viernes, 25 de marzo de 2011

Capitulo 74 (y último)



Rubén y Noelia están desnudos en la ducha.
--¡ nos casamos ¡¡no puedo creérmelo¡
--pues creetelo –dice él cariño.
Los dos desnudos y mojados no dejan de acariciarse, de tocarse. De besarse.
--el primer día que entré en la casa y te eché el ojo no pensé que acabaría siendo tu esposa.
--a ver si ahora ya no vas a querer saber de mi, ahora que es oficial –dice divertido.
Ella lo abraza con fuerza. Con amor y pasión ella le dice:
--me enamoré de ti la primera vez que te vi y luego cuando te vi en calzoncillos supe que te amaría y te desearía hasta la muerte.
Él es muy cariñoso con ella.
--gracias por amarme tanto y perdóname por si alguna vez no te di tu lugar.
Ella lo besa.
--Mi vida empieza desde que te conocí.
Él la mira con orgullo y la besa.
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Rubén y Noelia no pasan su última noche de solteros juntos. Es la primera vez en muchas noches que no harán el amor pero él quiere pasarla con sus amigos otra vez. Noelia y Esperanza pasan esa noche en casa de Juan padre. Rubén pasa la noche en la casa en la que ensayaban. Omar ha viajado desde Milán. Los cinco están contentos de volver a encontrarse, de ser amigos. No hay mujeres, sólo música y bebidas y mucho cariño.
--Me alegro que estemos todos juntos –Juan.
--No me puedo creer que estemos todos en pareja –Adri.
Félix mira a Omar.
--¿y Silvana?
--Pues estoy feliz con este hijo que me va a dar y ella me quiere mucho y yo le soy fiel que ya es bastante (todos sonríen) No estoy enamorado pero quiero que todo salga bien.
Todos en calzoncillos, beben, cantan, hacen bromas al novio. Le cantan canciones del tipo “te casaste la cagaste”.
--¡oye, no… que lo vais a asustar¡ --le dice Félix a Rubén.
Juan, Adri y Omar son los que han cantado este tema entre risas.
--¡oye sí, porque con lo nervioso que estoy, sólo me falta que me digáis esto¡ --Rubén.
Félix da fe que el matrimonio puede ser hermoso.
--Casado es el mejor estado en el que puede estar el hombre… Yo soy muy feliz y estoy seguro que tú también lo vas a hacer…
Rubén y Félix se abrazan con cariño.
--¡venga cursis, que parecéis un par de maricones¡ --dice Omar rompiendo a ambos un huevo a la cabeza.
--¡oye que tienes que decir de los maricones¡ --dicen Adri y Juan lanzando huevos a Omar.
--¡oye que el novio es él¡ --Omar señalando a Rubén.
Rubén se va apartando algo asustado.
--¡no, no no os paséis¡
Omar, Adri y Juan cada uno con un huevo lo van mirando “amenazante” pero de broma.
--lo siento pero es tu día… Te toca… --Juan.
Rubén protesta divertido.
--¡A Félix no le hicisteis esto¡
Félix también divertido.
--¡oye no seas bocón… te vas a enterar¡ --dice agarrando un huevo.
Adri y Juan divertidos recuerdan que la despedida de soltero de Félix se vio interrumpida por el polvo de ellos. Todos se distraen riendo. Por un momento se olvidan de Rubén pero de pronto Omar dice:
--¡A por Rubén¡
Rubén se protege la cara con las manos:
--¡no, no¡
Todos sus amigos le lanzan huevos. Él lo recibe resignado pero a la vez feliz. Son las horas previas a su boda. Uno de los días más felices de su vida. Omar, con cara de bestia, le abre el boxers.
--oye, ni se te ocurra¡ --dice Rubén.
Omar gira la cara.
--Tranquilo, que no te la pienso mirar –dice riendo.
Le tira dos huevos dentro. Luego cierra el boxers y sin que dé tiempo a reaccionar a Rubén con un golpe enérgico pero con cuidado de no romper nada más, Omar aprieta en los huevos ensuciando toda esa zona. No es una experiencia muy agradable para Rubén, aunque a los demás les hace mucha gracia. Rubén acepta ser víctima de todas las bromas de sus amigos sin protestar. Cuando ya han acabado con todos los huevos, Omar agarra botes de miel y mermelada y lo reparten entre sus amigos.
--¡oye, qué vais a hacerme?¡ --dice Rubén entre preocupado y riendo.
Omar mira a Rubén con cara de travieso…
--tú quieto… no puedes moverte… --dice atándole las manos con un trapo.
Luego le abre el bote de mermelada en toda la cabeza. La mermelada desliza por todo el rostro de Rubén, por su torso desnudo. Rubén pone cara de asco pero no dice nada. Todos se ríen. Rubén se resigna mientras su amigos lo llenan de mermelada, miel. Con un paquete de harina en la mano, Omar se lo estalla a Rubén en toda la cabeza. Rubén acaba hecho un asco aunque bueno todos los demás están también llenos de huevos.
--bueno es hora de que me felicitéis ¿no? –dice Rubén divertido.
Todos empiezan a correr mientras Rubén va detrás de ellos dándole abrazos. Adri y Juan son los más fáciles de atrapar porque van tomados de la mano y bueno se paran para abrazarse y besarse. Rubén los pilla a los dos y los abraza. Abre sus brazos y los tres quedan unidos. Todos están muy contentos. Juan y Adri abrazan a Rubén con mucho cariño. Luego Félix también. Están felices y se están divirtiendo mucho. Omar se rinde, Rubén se ceba en él. Se frota bien para dejarlo muy manchado. Juan y Adri se quedan en un rincón besando ardientemente.
--Oye, que dijimos que era una fiesta sin sexo… --protesta Omar divertido.
--dijimos sin mujeres que no es lo mismo… --dice Adri sin soltar a su Juan.
Juan y Adri se van besando.
--¡a por ellos¡ --dice Omar.
Ahora son ellos a los que manchan con miel, harina pero Adri y Juan se protegen con su amor. Acaban todos abrazados, sucios, riendo.
--¡en la fiesta de tu boda tenemos que cantar todos juntos, este tiene que ser nuestro regalo¡ --Juan.
Aunque todos tienen ya una carrera por separado les apetece recordar viejos tiempos.



La boda es al día siguiente por la tarde. Rubén está contento que sus amigos estén con él, no hay motivo para el rencor y está contento que hayan podido olvidar el pasado y estar juntos en el día más feliz de su vida. Juan padre y Yolanda aparecen muy felices y enamorados, Félix feliz y pendiente de su amada y su hija. Juan y Adri abrazados ya como pareja oficial y al lado Omar que llega solo. Todos muy contentos. Rubén en el altar. Nervioso Impresionante con chaqué. Juan y Adri son los testigos. Tratan de calmarlo.
--¿¿y si no llega?¿y si me deja plantado? –dice Rubén.
Juan y Adri lo abrazan por los hombros.
--¡Noelia está loca por ti¡ ¿no te lo ha demostrado?
Rubén suspira enamorado y eso lo calma un poco.
--¡¡porqué no llega¡ --dice poco después.
Juan y Adri ríen. Lo abrazan divertido y con cariño.
--¡la novia… ya llega la novia¡ --gritan.
Rubén suspira feliz pero aún está más nervioso. Suena la marcha nupcial. Los pequeños Juan, Simoncito y Esperanza son los pajes de la ceremonia. Los padres sienten orgullo de sus hijitos. Entra la novia. Noelia parece una reina. Llega del brazo de su padre. Rubén traga saliva. Está nervioso. Emocionado, feliz. Noelia y Rubén están nerviosos pero felices. Se miran con amor. Comienza la ceremonia.
--hemos venido a sellar el amor de Rubén y Noelia que Dios Nuestro Señor sembró en sus corazones…
Rubén y Noelia suspiran enamorados. Los ojos de Noelia están llenos de amor y de lágrimas. Ama a ese hombre desde que lo vio por primera vez. Casarse con él era su sueño más hermoso. Rubén es un hombre feliz. Las lágrimas de esa mujer, su amor le dan confianza. Sabe que va a ser muy feliz con ella, que al fin tiene la familia que siempre quiso. La acaricia con mucho amor. Juan y Adri están los dos con el novio. Separados pero no dejan de mirarse con complicidad. Félix y Marianela están los dos juntos tomados de la mano. Mirándose con amor y felices con sus dos hijos. Simoncito está con papá y Marianita duerme al lado de mamá. Yolanda y Juan padre también son una pareja feliz. El hombre pone la mano sobre el gran vientre de su esposa. La besa. Rubén y Noelia están muy enamorados y eso se nota. Eso hace que las parejas que están también enamorados estén felices de compartir su amor con los novios.

Rubén y Noelia alto y claro dicen “si quiero”. Se intercambian los anillos. Se juran ante el sacerdote amor eterno y sellan su matrimonio con un apasionado beso. La pequeña Esperanza es la primera en felicitar a los novios. Rubén es un cariñoso papá. Agarra a su hija. La besa con cariño y la pone en brazos de Noelia. Lo dice sin pensar.
--dale un beso a mamá.
Esperanza besa a Noelia. Noelia llora a felicidad. Es la mamá de la hija de Rubén, la esposa de ese hombre que la volvió loca desde que lo vio. Rubén es muy amoroso con ambas.

El joven Juan agarra en brazos a su hijo y se lo entrega a la madre. Luego abraza con fuerza a su amado Adri. Félix deja a su hijo al cuidado de mamá, Marianita duerme en su moisés al lado de mamá. Hay momento de felicitaciones de besos. Juan, Adri, Félix y Omar le cantan un tema a Rubén. Luego Rubén sube al escenario. Los cinco juntos cantan un tema a sus familias. A sus hijos, a sus amores. Juan y Adri se besan después de la actuación. Rubén ayuda a Noelia, con su aparatoso traje de novia, a subir al escenario. Se besan enamorados. Félix baja a reunirse con su familia. La besa ante la mirada de sus dos hijos. El amor se respira en cada uno de ellos. Son muy felices, no se puede pedir más.
Fin.










Capitulo 73







Juan y Adri han desaparecido por el ascensor. Están los dos solos. No dejan de besarse y acariciarse. Tienen muchas ganas de estar juntos, de amarse como siempre lo han hecho.
--No tenías que hacer esta locura.
--No querías? –Juan.
Son muy cariñosos el uno con el otro y a cada palabra se van besando.
--Me moría de ganas de gritar al mundo que te amo.
--quiero que vivamos juntos –Juan.
--ya vivimos juntos –Adri.
--bueno tú vives en mi casa, yo vengo, ahora quiero que estemos siempre juntos sin escondernos…
Se abrazan con fuerza.
--Ahora quiero que estemos siempre juntos. Eso sí no te aburres de mi –Juan.
Adri pone sus manos en la mejilla.
--¿aburrirme de ti? Jamás ¡te amo más que a mi vida¡ Nada quiero más que envejecer a tu lado, que estar siempre juntos.
A Juan lo llena de emoción las palabras de su amado. No dejan de besarse, decirse que se aman. Llegan a la zona privada de la empresa.
--Nunca he subido aquí.
--Si bueno, es de uso privado del Presidente. Zona del descanso, un poco de trastero, de todo un poco.
Pero para sorpresa de Adri, hay un apartamento. Pequeño, lujoso, apto para los dos.
--¿y esto?
--Nuestro hogar.
Van tomados de la mano. Juan le enseña el lugar.
--Faltan algunos detalles pero es que quiero que también tenga tu huella, que sea algo de los dos.
Abrazados frente a frente. Se miran con amor.
--¿tú hiciste esto?
Juan hace que sí con la cabeza.
--Es todo nuevo, quiero que sea nuestro. Sólo nuestro.
Adri abraza con fuerza a Juan.
--¡te amo, te amo¡ --grita Adri.
Se besan ardientemente. Juan lo mira pícaro. Señala una puerta.
--¿estrenamos nuestro dormitorio?
Se miran con amor y deseo. Van hacia allá desnudándose, besándose. Caen desnudos en la cama acariciándose, formando un solo cuerpo. Unidos en el deseo, en el sexo y en el amor. Los dos se aman y no quieren separarse. Están felices, los dos han cumplido de sueño de formar un hogar, una pareja estable. Vivir el uno por y para el otro pero para ambos ha sido con quien menos imaginaban. Juan porque Adri era demasiado informal, demasiado frívolo. No se lo imaginaba estando sólo con un hombre, formando una relación estable. Adri porque Juan lo veía como un hermano y jamás pensó que eso cambiaría.







Por otro lado, Marianela está pendiente de su hijo y de la puerta.
--¿es que no piensa venir?¿tal vez fui muy dura?
Ama a Félix y se arrepiente de haber dicho que se fuera pero quiere estar segura que él la ama.
--tiene que venir, tiene que insistir.
Está segura, y lo desea, que Félix no va dejar las cosas así. Cuando oye serenata desde la calle siente que el corazón se le va a salir por la garganta.
--¡tiene que ser él¡ ¡¡tiene que ser él¡
Se asoma a la ventana. Brinca de alegría. Félix subido a una fuente, acompañado de unos músicos. Félix micro en mano le canta una bonita canción: “Te hacen sentir que no podés, te hacen sentir que no sabés, te hacen sentir que no vales, te hacen caer en un abismo una y otra vez te hacen creer que nada sos, te hacen creer que solo estás, te hacen creer que no hallarás nunca el camino…” Marianela deja al bebé con la vecina. Corre a brazos de su amado. A sus pies.
--¿¿qué hacés? –pregunta ella nerviosa y emocionada.
Él subido en una fuente. Le sonríe.
--demostrarte que te amo, ¿vas a volver conmigo o sigo cantando? Estoy dispuesto a cantar toda la noche.
--creo que los vecinos te van a tirar agua –dice ella divertida.
Félix se mete de pies en la fuente.
--que me tiren agua, no me importa nada con tal de demostrarte lo que te amo.
Ella tiene cara de sí pero se hace la difícil. Le da la espalda.
--No sé, tengo que pensarlo –dice divertida.
Pero él se da cuenta que bromea.
--¡te vas a enterar¡ --dice divertido.
Félix le tira agua. Ella hace que lo reta pero está feliz. Le sigue el juego. Se mete en la fuente. Empiezan a salpicarse agua. Finalmente se abrazan.
--te amo tanto –dice ella.
--Mi amor, no quiero que nos separemos más.
--No lo haremos.
Ambos hablan con mucha emoción, sellan su reconciliación con un apasionado beso de amor.

6 meses después…Marianela está entrando en quirófano gritando de dolor. Félix está a su lado. Entran juntos en la sala de parto.
--¡respira mi amor…¡ ¡¡respira¡¡ haz como yo¡
Félix está apoyando a su amada en todo momento.
--¡¡empuja, empuja¡
Ambos lloran cuando una bebita llora en brazos del doctor. Félix le corta el cordón umbilical. El doctor pone a la pequeña en brazos de la cansada mamá. Félix besa a las dos llorando. Mira a la pequeña con amor:
--hola Marianita, soy tu papá… ¡que ganas tenía de conocerte¡
Félix besa amorosamente a la pequeña y a su amada.
--Gracias, gracias por tanta felicidad.
Ambos se miran con lágrimas en los ojos.

En ese mismo momento, Yolanda, está ya muy gorda. y Juan padre decoran de rosa la habitación que están preparando para el bebé que esperan. Ya saben que será niña, algo que a ambos les hace mucha ilusión.

En otro lado de la ciudad. Luis llega a su casa. Fabio lo espera feliz.
--¡¡pero si llegó mi marido favorito¡¡
Luís lo mira amoroso:
--soy el único que tienes.
--bueno, pero ahora ya no estaremos solos –Fabio misterioso pero feliz.
--¿¿como??
--Me llamaron de la clínica ¡¡la mujer a la que inseminaron está embarazada¡ ¡¡vamos a ser papás¡
Luís y Fabio se abrazan y besan felices.
--¡un hijo, vamos a ser papás¡
--Recuerda que juramos que el bebé o los bebés serían de los dos, que aunque la mujer que nos cede su vientre haya sido inseminada con óvulos que llevan tu esperma y otros el mío nunca sabremos cuáles han llegado al final.
--son nuestros hijos, de los dos –Luís.
A Luís le hace ilusión un bebé que lleve la sangre de él pero también la de su amado. El hecho de no saber exactamente quien será el padre biológico de los bebés, si uno u otro o ambos les hace sentirlos que son de los dos. Luis y Fabio se miran emocionados, encantados que después de tantos años separados ahora sí están juntos y son felices.

A kilómetros de ahí, Omar está viviendo en Milán. La ciudad está empapelada con carteles su primer disco en solitario que está siendo un éxito. El chico vive en un apartamento junto a Silvana de la que hay fotos en toda la casa. Él mira una ecografía especial. Es la de su hijo. Se le llenan los ojos de lágrimas.
--Mi hijo, ¡un machote¡ ¡Un Omarcito¡ --dice con orgullo.
Llaman a la puerta. Es Ana. Él la mira sorprendido.
--¿¿qué haces aquí? No creo que a Silvana le guste verte.
Ella se muestra coqueta.
--vivimos en la misma ciudad, es un delito que no nos hayamos visto y lo que es peor, que no nos hayamos acostado juntos.
Ella está dispuesta a desnudarse pero él la rechace.
--¡vete¡
Ella se burla de él. Le magrea en el paquetorro. Lo excita pero él la rechaza.
--¿no me digas que amas a Silvana? Sé que ella te atrapó con un hijo pero sé que no la amas, que todo ha sido para promocionar tu disco.
--Me dejé atrapar –dice él sonriendo.
No ama a Silvana pero es feliz a su lado. Se siente querido y le hace ilusión ser papá. Ella es quien más lo ha querido y Omar quiere intentarlo. Omar cada día está más guapo y Ana no está dispuesta a aceptar un rechazo.
--Yo tengo mucho dinero, te puedo dar lo que quieras –dice coqueta.
--¿es que ahora tienes que pagar para chingar? –dice él con desprecio.
--¡claro que no, todos quieren conmigo¡ ¡¡príncipes, reyes¡ --dice ofendida.
Él no se deja impresionar.
--Pues ya que eres la puta de los reyes, que ellos te paguen y no te gastes en otros hombres el dinero que el príncipe Pierre te da para su hija. Agradece que él reconoció a su hija a condición que no te le acerques, que no hables de él. Dedicate a tu hija, no a comportarte como una buscona.
--¡imbécil¡ --dice ella tratando de bofetearlo.
Él la agarra de las dos brazos.
--¡y no vuelvas¡ --dice apartándola y cerrando la puerta.
Omar está sofocado. Ana lo ha puesto cachondo, la tiene dura pero se siente orgulloso de sí mismo por haber podido rechazarla.


Capitulo 72



Juan hijo hace una rueda de prensa para presentarse como nuevo dueño de la empresa de su familia: News dreams. Con él están su padre, Adri, Omar y Félix.
--Me hubiera gustado que Rubén estuviera conmigo pero bueno… él está en otra onda… Igual quiero decirles que me voy a centrar en la presidencia de la empresa.
(periodista). Eso quiere decir que no volverá a cantar?
--exacto, almenos no profesionalmente.
(periodista): ¿y con la carrera que estaban iniciando usted, Omar y Félix?
Juan mira a sus amigos:
--bueno creo que es un buen momento para que la gente nos valore uno a uno, yo los animo a iniciar sus carreras en solitario. Tendrán el apoyo de la disquera, espero que me busquen a mi cuando quieran contrato, claro que también apoyaré a los otros talentos.
(periodista): tiene a alguien en mente?
Adri se está manteniendo al margen. Ama a Juan y lo admira con devoción pero no quiere hacer nada que lo perjudique. Se mantiene como uno más. Juan llevaba días pensando en cómo salir del armario, en cómo hacer público su amor por Adri. No lo que querido consultar con él porque ha querido darle una sorpresa a su amado.
--Pues sobretodo voy a apoyar a la persona que amo.
Los periodistas están como locos:
--¿está usted enamorado?
Adri está delante de Juan sorprendido. Algo molesto. No cree que Juan vaya a salir del armario. Está seguro que lo que va a hacer es mentir, hablar de un noviazgo falso y eso le dolería mucho.
--¿qué haces, tío? –susurra Adri a Juan.
Para sorpresa de Adri y todos en general (en especial para quienes no lo sabían) Juan señala a Adri. Adri no puede creer que después de tanto tiempo escondiéndose Juan vaya a presentarlo en público. Adri mira hacia atrás mirando a ver a quien se refiere Juan. Juan sonríe. Le encanta el desconcierto de su amado.
--Espero que todo el mundo me comprenda, que entiendan porque callé. Espero que no me juzguen, que me comprendan. Sobretodo le pido perdón a la persona que amo por haberla tenido escondida, por no haber sido valiente y le doy las gracias por estar conmigo. Por aceptar que no estaba preparado para decir que soy gay, para decir a todos que lo amo y que quiero que sigamos compartiendo la vida juntos.
Su padre y sus amigos aplauden con orgullo. Adri tiene el rostro desencajado por la sorpresa y la emoción. Juan extiende su mano:
--Te amo Adri.
Los periodistas los bombardean a fotos, a preguntas. Adri agarra la mano de Juan. Se sostienen el uno en el otro. Está muy nerviosos. Son muy cariñosos el uno con el otro.
--están temblando –Juan.
--tú también.
Adri y Juan tomados de las manos, mirándose enamorados.
--¿estás seguro de esto? –Adri hablan en un susurro como si no hubiera nadie mirándolos.
--nunca he estado más seguro. ¡¡Te amo¡
--te amo…
--¡¡beso, beso¡¡ --gritan los presentes.
Adri y Juan se miran con cierta timidez.
--¿les damos lo que piden? –Juan cariñoso.
Ni Juan ni Adri están muy acostumbrados a muestras de afecto en público pero Adri siempre se deja llevar por sus hormonas y Juan no está dispuesto a seguir escondiendo sus sentimientos. Se besan, es un beso profundo, un beso ardiente de amor. Todos aplauden, la prensa les hace fotos, preguntas.
--¿y ahora qué?
Juan y Adri están tomados de la mano. Se miran enamorados. Adri no dice nada. Juan es su vida. Harán lo que Juan diga.
--pues ahora a vivir, a estar juntos –Juan.
--¿y no piensan casarse?¿ser padres?
Adri y Juan sin pensárselo dicen a la vez:
--¡huy no¡
Los dos se ríen por la coincidencia. Ambos se aman, quieren estar juntos pero quieren ser ellos dos solos. No han pensando nunca ser padres, les basta su amor.
--Yo no necesito un papel que ponga que lo amo –dice Adri.
Juan está satisfecho por las palabras de Adri:
--sólo queremos estar juntos siempre…
Juan y Adri se miran con amor, se van acariciando. Se besan. Se apartan del resto. Ya no quieren contestar más preguntas. Félix y Omar son los primeros en felicitarlos. Los cuatro se funden en un cariñoso abrazo. Luego padre e hijo se miran frente a frente. Juan padre es el primero en hablar.
--me siento muy orgulloso de ti.
Padre e hijo se funden en un cálido abrazo. Juan agradece el apoyo de su padre. Éste lo único que le reclamaría es que no hubiera confiado antes en él pero Juan padre tampoco fue sincero con su hijo en sus sentimientos y no tiene sentido remover el pasado. Adri se queda detrás de su amado, no se atreve a interrumpir ese abrazo. Es Juan padre quien le abre los brazos.
--espero que me veas como a un padre, ahora también eres mi hijo –Juan padre.
Juan padre trata muy paternal a Adri ante la atenta mirada de Juan hijo. Omar y Félix se han quedado atrás. Hablan como los amigos que han sido siempre.
--¿qué has pensando con lo tuyo?
Félix sonríe:
--Ya sé como voy a demostrarle a Marianela que la amo. Estoy seguro, bueno espero… --dice más tímido—que me va a decir que sí.
Omar sabe que su amigo es muy inseguro y que lo que necesita es seguridad. Por eso le dice:
--Seguro que sí. Ella está loca por ti, sólo quería que te lo trabajaras un poco pero no se te va a resistir.
Escuchar eso le hace mucho bien al nervioso Félix. Omar y Felix se abrazan. Todos se van despidiendo, dejan a Juan y Adri a solas. Félix se va a poner en práctica su plan. Omar se queda solo. Se siente vacío. Marca un número. Es Silvana la que, desde Italia, toma su llamada. Tiene dinero, fama pero no es feliz. Se alegra escuchar la voz de Omar, quiere pedirle que vaya con ella sin condiciones pero antes que ella diga nada él le pregunta:
--¿aún quieres tener un hijo mio?
--¡sí claro¡ --dice ella sorprendida.
Omar se siente contento, se siente querido por Silvana.
--¡mañana me tienes por ahí¡ --Omar.

Por otro lado, Rubén ve la tele. Salen las imágenes del anuncio de Juan y Adri. Se alegra por sus amigos. Habla Noelia.
--¿y no te gustaría volver con ellos?
--para cantar no, eso ya pasó pero sí. No tiene sentido que siga enfadados con ellos.
--Fue por lo de tu novia aquella, la que tiene una hija del príncipe ¿no?
Rubén sonríe. Se da cuenta que puede hablar de Ana sin que le duela.
--Yo creo que los llamaré un día de estos, quiero que los conozcas. De paso los invitamos a la boda.
--¿y no es por apurarte pero ¿cuando es la boda?
Rubén sonríe:
--en unos meses si te parece, quiero que sea la boda que te mereces.
Ella en el fondo tiene miedo que se eche para atrás.
--yo lo único que quiero es estar contigo.
Él es muy dulce con ella.
--pero ya estamos juntos y si lo hacemos lo hacemos bien, yo quiero que tengas tu día de reina.
Se besan. Noelia quisiera hacerle muchas preguntas a Rubén, saber qué relación tienen. Rubén le contesta a todas estas cuestiones sin que ella tenga que preguntar nada.
--pero ahora eres mi mujer, y así quiero que todos lo sepan. Ya no trabajas para mi. Yo aportaré mi sueldo a la familia y tú lo administrarás como mi mujer y mientras yo trabajo te ocuparás de mi y mi hija…
A Noelia las palabras de Rubén le parece un sueño.
--¡si, si, sii¡
Él es muy dulce con ella.
--gracias por quererme tanto.
--Gracias a ti por respectarme. Tal vez me regalé a ti muy pronto pero es que me enamoré de ti nada más verte y luego cuando ibas en boxers… No me pude resistir.
Ella es muy cariñosa, él le guiña el ojo pícaro.
--te confieso que la primera vez que te metiste en mi cama pensé despedirte, no es lo que yo quería. No quería que me trataras como un objeto sexual.
--¿y porqué no lo hiciste?
Él la mira con cara de travieso.
--porque me hacías sentir querido, deseado.
Noelia está feliz.
--Te amo, te amo.
--Yo también.
Rubén aún tiene un poco de miedo a salir lastimado pero Noelia es la mujer con la quiere compartir su vida y no la quiere dejar escapar.




jueves, 24 de marzo de 2011

Capitulo 71
































Felix y Marianela han hecho el amor. Los dos desnudos. Felices. Ella apoya su cabeza en el torso desnudo de él.
--te amo tanto, soy tan feliz. No puedo creer que estemos de nuevo juntos –dice ella.
Él le acaricia la cabeza. Es muy dulce con ella.
--¿Y no me tienes nada que contar?
--No, ¿qué tendría que contarte?
La joven piensa que si alguien tiene que dar explicaciones es él. No imagina que él sabe de su estado, tiene miedo que después de hacerle el amor vuelva a desaparecer como esa última vez. Esa vez en la que gestaron la vida que ahora ella lleva en su vientre. Félix se incorpora en el sofá. Mira a la joven con las dos manos en su mejilla y dice:
--Mi amor, sé que estás embarazada, que estás esperando un hijo mio.
Él está feliz. Marianela se muestra decepcionada.
--ah, era eso.
Ella se aparta de él. Félix se levanta totalmente desnudo. Busca sus boxers.
--Me voy pero ahora vuelto. Trasladaré mis cosas aquí hoy mismo.
Ella se levanta envuelta en la sábana.
--No.
Félix, con los boxers a medio subir, mira a Marianela sin entender.
--¿de qué hablas?
Ella está muy molesta.
--No puedes venir hacerme el amor cuando se te pegue la gana y desaparecer.
--¿cómo?
--¡vete¡
--no puedes estar hablando en serio…
--¡no te quiero volver a ver¡
Ella se da la vuelta para que él no la vea llorar. Félix la abraza por la espalda. Marianela trata de rechazarlo.
--suéltame.
Pero él la abraza con fuerza. La siente estremecer.
--me amas, hemos hecho el amor.
Ella se gira, lo mira con reproche y pregunta:
--¿habrías venido de saber que estoy embarazada?¿quien te dijo?
--Eso no importa. Te amo y tenemos que estar juntos por nuestros hijos.
--¡Ves¡ ¡¡no me amas¡
Ella le habla con reproche. Está segura que él volvió con ella por su hijo. Félix empieza a darse cuenta que no va a ser tan fácil volver con su amada. Se lleva las manos a la cabeza. No quiere alterarse.
--No me puedes hablar en serio, si algo te he demostrado es que te amo.
--me has demostrado que eres buena persona, que te casaste conmigo cuando yo esperaba un hijo de otro y ahora aunque me odias no me podrías dejar estando yo embarazada y ahora de ti.
--¡no me puedes hablar en serio¡
--¡no quiero un marido a la fuerza¡ --grita ella dolida.
--¡yo te amo¡
Pero ella parece no creerle.
--Vete, es lo mejor.
Félix se derrumba. Llora. Cae en el suelo.
--No me dejes… no me dejes.
Marianela le pone la mano en los hombros.
--es mejor que nos demos un tiempo, que estés seguro que quieres estar conmigo no sólo por nuestro hijo.
Él la mira lloroso y dice:
--¿es otro?¿prefieres estar con otro?
Marianela lo bofetea con rabia.
--¿¿cómo puedes pensar eso de mi?
Félix se levanta dolido. Llora.
--¿¿y qué quieres que piense? ¡¡hemos hecho el amor y no quieres volver conmigo¡ ¡¡en la cama prefieres a otro¡
Ese es el gran miedo de Félix.
--En la cama no tengo problema contigo. Nunca disfruté del sexo contigo, si sólo fuera por sexo no tendría problemas pero no quiero volver contigo si no puedo estar segura que me amas.
Él le habla desde el corazón.
--¡yo te amo¡
Ella lo mira triste y le dice:
--lo siento. No puedo creerte.
Ella sale, se encierra en la habitación con su hijo. Él está muy alterado, va a ir tras ella pero opta por vestirse y irse molesto.

Félix llega a la vieja casa de los Nice boys. Omar está en ella. Le sorprende ver a su amigo llegar tan mal.
--¿¿qué pasó? ¿no la encontraste?
Félix se golpea los puños.
--¡hicimos el amor pero no cree que la amo, cree que quiero volver con ella sólo por el bebé que espera¡
--¿le dijiste que lo sabías?¿porqué se lo dijiste?
Félix habla muy triste. Omar tiene miedo que Félix lo odie pero el chico lo que necesita es a su amigo. Lo abraza a Omar con mucho cariño. Se acarician fraternalmente.
--vas a dejar las cosas así?
--Tú ¿qué crees?
Los dos se miran con complicidad. Se abrazan.
--siento mucho, eres mi hermano, yo… todo es mi culpa, yo…
Félix es muy cariñoso con Omar. No lo deja continuar.
--si no hubieras hecho lo que hiciste Simoncito no existiría y bueno tal vez tampoco Marianela ahora estaría embarazada, no hay que dar más vueltas a las cosas…
Félix va hacia las habitaciones.
--¿me puedo quedar contigo?
Omar lo abraza por los hombros.
--Eso ni se pregunta.
--No quiero quedarme solo hoy, quiero pensar. Tengo que demostrarle a Marianela que la amo y tengo que pensar en algo.
Félix se tumba en la cama para descansar. Abrazado a su almohada, acariciando los momentos de amor que ha vivido con la joven. Omar se queda a su lado. Arrepentido de haberlo lastimado pero dándolo su apoyo, su cariño de hermano.

Por otro lado, Noelia y Rubén llegado a la casa. La pequeña Esperanza duerme en brazos de papá. Rubén mira a la joven con mucho cariño. Noelia agarra a la pequeña.
--voy a cambiarla para acostarla.
--si pero no tardes, quiero comentarte algo.
--si claro.
Él se muestra algo serio pero es por los nervios, porque teme ser rechazado pero ama a esa mujer y aunque ha huido del compromiso tiene claro que quiere formar una familia con ella. Noelia cambia a la pequeña. La deja durmiendo pero no va a buscar a Rubén que es lo que él esperaba.
--Noelia… ven… Te tengo una sorpresa…
Al acercarse al cuarto de ella la ve con una maleta.
--¿¿qué es esto?
Rubén siente una gran herida al pensar que se enamoró una vez más de la mujer equivocada, que ella sólo quería sexo.
--Sí, tranquilo. Agarro mis cosas y no me volverás a ver.
--¿cómo?¿te vas?
--es lo que quieres…
--¡no¡
--¿y entonces??porque tanto misterio?
Rubén saca una cajita de su bolsillo:
--te iba a pedir que te casaras conmigo.
Rubén la mira algo temeroso. Ama esa chica pero tiene miedo de haberse equivocado.
--Sé que sólo ha parecido que te daba sexo, yo es lo que necesita pero creí que querías algo más, que te gustaba que…
Noelia se da cuenta que por primera vez Rubén necesita que ella le hable de sus sentimientos. No lo deja acabar:
--¡Te amo, yo te amé el primer día pero yo creí¡
Los dos se sonríen.
--¿entonces no quieres dejarme? –pregunta él algo asustado y también interrumpiéndola.
Ella lo abraza llorando.
--¡no, tú y Esperanza son mi vida¡ ¡¡me muero si os pierdo¡
Rubén sonríe satisfecho. Acaricia las lágrimas de esa mujer.
--Te amo.
Ha tenido miedo de volver a decirlo, de volver a salir lastimado pero ahora sólo quiera pensar en ser feliz. Se arrodilla ante ella. Le muestra el anillo y muy dulce le dice:
--¿te quieres casar conmigo?
Ella no puede contestar con la voz porque está muy emocionada. Hace que sí con la cabeza. Él le pone el anillo en el dedo y se besan ardientemente.