jueves, 24 de marzo de 2011

Capítulo 50







Félix se levanta desnudo de la cama de Ana.
--lo siento. No quería ser agresivo pero me tenia que desahogar.
--no pasa nada. Me gustan los hombres violentos.
Félix se viste en silencio, Ana se queda contenta por haberse acostado con otro Nice Boys.

Mientras Luis se abrocha los pantalones y Fabio se sube los calzoncillos y los pantalones.
--no puedes negar que me amas --Fabio.
Luís sonríe. Los dos se miran coquetos. El guapísimo empresario se sube la cremallera mientras dice:
--claro que te amo, nunca dejé de amarte.
Fabio lo besa:
--di que lo vas a dejar todo.
--No.
Fabio lo mira molesto:
--¿¿cómo que no?¡¡
--esta empresa es mi sueño. Es la memoria de mi padre, no me puedes pedir que renuncie a ella.
--¡después de hacerme tuyo, no me puedes decir esto¡¡
--Es que las dos cosas no son incompatibles.
--¿¿¡de que hablas?¡¡
--que tú siempre has sido muy radical. El amor es compatible con todo, nos podemos amar y yo no tengo porque renunciar a nada.
--¿y Elisa?
--bueno, mi matrimonio es como un contrato más. Es parte de la empresa, no la puedo dejar. No te tienes que preocupar, sabes que no me gustan las mujeres.
Fabio cada vez está más molesto.
--¿y que propones?
--que seas mi amante.
Fabio lo mira sorprendido.


Rubén salta del sofá desnudo y aturdido. Elisa se viste en silencio.
--¡¡yo no sé que ha pasado ¿porque has venido aquí?¡¡pero yo soy un hombre fiel, quiero mucho a mi novia.
Elisa no dice nada. Se muestra fría.
--¡espero que no me vengas a buscar más. Yo tengo novia, no me gustan las mujeres como tú. No quiero líos. No sé cómo pude.
Rubén se siente culpable por haberse dejado llevar por sus instintos de macho. Siente que ha traicionado a Ana, que no es digno de ella. Elisa muy triste le dice:
--espero que olvides lo que pasó y no se lo digas a nadie.
--claro --dice más tranquilo.
Sin decir más Elisa se va de la casa. Rubén se viste maldiciendo su momento de debilidad.
--¡en buena hora pasé por esta casucha¡¡


Lleno de rabia, Fabio bofetea a Luís.
--¿¡es que crees que soy una puta?¡
Luís lo mira muy triste.
--¡no te pongas así, tú sabías que soy casado y aún así te has acostado conmigo¡¡¿Cuál es el problema?
--el problema es que eres un cerdo¡¡yo no te podría compartir con nadie, ni que sea una mujer¡¡
Ahora que lo ha vuelto a tener, que le ha confesado que lo ama no quiere renunciar a Fabio.
--Fabio, por favor. Ya no eres un niño. Debes comprender como están las cosas.
--¡no me gusta ver que estás arruinando tu vida¡¡¡yo no quiero llevar una doble vida¡¡
--pues ahora es lo único que te puedo ofrecer.
--Luis, piensa lo que estás haciendo. No se puede jugar con la gente. Te casaste por una empresa que ni siquiera le corresponde a tu esposa, quieres hacer chantaje al verdadero dueño de esta empresa. ¿Qué es lo que sigue luego?
--lo que sea. Yo no empecé esto. Fue el viejo Helmut.
--¡¡pero ese hombre ya está muerto y los que quedan no tienen la culpa de lo que te hizo¡¡¡puedes empezar de nuevo. Entre los dos haremos una empresa nueva, con el nombre de la otra en homenaje a tu padre.
--¡¡no, yo no quiero otra empresa, quiero esta que es la mía¡
Muy molesto, Fabio se abrocha los pantalones y dice:
--¡¡pues si eso es lo que quieres no esperes que yo me convierta en tu cómplice¡¡
Fabio se iba a ir pero Luís lo retiene:
--¡¡ya eres mi cómplice ya que tú ocultas la única prueba que hay de que está empresa es de Juan¡¡
Recordando el momento que quemó ese papel Fabio dice.
--pues sí ya va siendo hora que entregue este documento a su verdadero dueño.
Fabio se va muy molesto, Luís se va tras él. De repente la secretaria se pone en medio:
--¿Qué es lo que pasa?
Luís se choca con ella y así Fabio se encierra en el ascensor y desaparece. Luis se muere de rabia. Tiene ganas de ahorcar a su secretaria pero se limita con encerrarse en su despacho y tirar por los aires todos los documentos que tiene en su mesa.

Elisa entra en su coche y rompe a llorar pensando en Luís.
--¡¡tú me has obligado a esto¡¡¡¡estoy en mis días fértiles y en cualquier momento me puedo quedar embarazada pero tú no me quieres dar lo que yo necesito…¡¡ha sido por el bien de nuestro matrimonio. Espero que este chico haya tenido buena puntería y no tenga que volver a serte infiel¡¡
Elisa llora llena de remordimientos:
--yo sólo quiero ser tuya Luis pero sólo un hijo hará que no me dejes por esa marica. No voy a dejar que esa loca te pierda, que te convierta en lo que no eres. Es por nuestro bien ¡¡Tu bien¡¡

Rubén se da una ducha. Necesita sacar el olor de Elisa de su cuerpo. No quiere que nadie se entere de lo que ha hecho. Se da golpes de cabeza contra la pared.
--¡nunca voy a poder mirar a Ana a la cara¡ ¡¡nunca¡
La sospecha que Ana le es infiel y ahora esto, Rubén siente que su noviazgo está llegando a su final y eso le duele. Llora.

Omar está desnudo tumbando en su cama. Piensa en cuando se acostó con Marianela. Sonríe con deseo.
--yo he sido el único en hacérselo con las 3 amigas. ¿se lo dirá a Félix? no creo.
Sonríe con orgullo aunque hay cierto miedo que Félix lo sepa y eso influya en el grupo pero sentencia:
--el gusto mereció la pena.










Por su lado, Félix llega al aeropuerto. Está muy triste. Quiere poner tierra de por medio de inmediato. Aún no sale su vuelo. Va al lavabo. Está en el urinario tan tranquilo con la verga entre las manos haciendo pis. Alguien entra. No le da importancia. De pronto siente unas manos en su espalda que van hacia sus nalgas.
--¿dónde ibas tan rápido, guapo?¡
Félix se queda helado al ver a Silvana a su lado. Mirándole la verga con descaro. Félix siente pena pero no pueda parar de hacer pis.
--¿¿qué haces aquí?
Félix va acabando rápido para guardársela. Silvana está muy cachonda.
--¿¡es cierto que te has tirado a Ana?¡
Félix se guarda la verga. Mira a la chica furioso.
--¿¿qué te importa?¡
Félix se abrocha los pantalones, pero Silvana le agarra las manos. Justo en esa parte.
--Ana está presumiendo que se ha acostado contigo y yo no me lo creo.
Félix desprecia a Silvana.
--¿¿qué vienes a buscar?
Ella trata de tocarle el paquete. Está muy excitada al haberle visto la verga y saber que se ha acostado con su amiga.
--Lo mismo que le diste a ella.
Silvana está ardiendo, Félix furioso. Le da a la joven lo que le pide. La besa con rabia. Se encierran en el wáter. Entre besos, caricias. Se van desnudando.
--¿usaste condón con Ana? –jadea Silvana segundos antes de meterse la verga de Félix en la boca.
--¡claro que sí¡
--mejor para ti.
Ella se la chupa un rato pero Félix lo que quiere es metérsela. Se aparta de ella. Es brusco pero a Silvana le gusta. Félix se cubre y se la clava. Los dos se retuercen de placer. Ella la siente bien dentro de ella. Muerde el cuello del chico para callar su placer.
--¡wow, nunca pensé que fueras así¡ ¡¡Eres una bestia¡ --jadea ella.
Él se deja llevar exclusivamente por sus instintos y le da lo que ella busca. Es rápido pero él descarga su rabia. Se ha acostado con las dos amigas de Marianela. Es una buena venganza pero no se siente mejor. Se sube la ropa y se va sin decir nada. Sale del baño descargado pero angustiado y herido.

Juan está en su habitación. No puede dejar de pensar en Adri, en su cuerpo desnudo. En cuando los dos compartieron al ruso. Desea acostarse con él. Se levanta de la cama. Va sin camisa.
--¡al diablo con todo¡
Está seguro que se va a arrepentir pero quiere acostarse con Adri. Entra en la habitación del chico. Sin llamar, de golpe. Sufre un fuerte impacto al ver a Adri en brazos de un desconocido que es el activo. Juan se los queda mirando triste. El amante de Adri, mientras le va dando duro, mira hacia atrás y dice jadeante y furioso.
--¿¿tú quien eres? ¡¡largo¡
Adri está a cuatro patas con un macho sobre él. Le excita que Juan lo vea en esa situación.

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