jueves, 24 de marzo de 2011

Capitulo 65


Juan padre y Yolanda están desnudos en la cama. Él siempre una sonrisa de felicidad. Cuando están juntos no le importa nada. Ella avergonzada, no se atreve a mirar a los ojos a su amante. Muy amoroso, Juan padre dice:
--No me gusta verte tan triste cada vez que hacemos el amor.
Él la abraza pero ella se muestra angustiada. No se atreve a mirarlo a los ojos.
--soy la amante del padre y del hijo… soy una…
Juan la calla para que no siga. Es muy dulce con ella.
--Mi hijo no te quiere, casi ni te toca. Se la pasa fuera. Sus buenas intenciones para contigo se le olvidaron cuando yo fui mejorando.

En esos mismos momentos, Juan hijo y Adri están haciendo el amor. Viven en una constante luna de miel. Ríen, se acarician, se besan. Se disfrutan. Juan de espaldas, Adri sobre él. Le agarra de las manos.
--¡Te amo¡ --dice cuando se la clava con fuerza.
--te amo –gime Juan retorciéndose del placer..
Adri le muerde el cuello. Juan mueve la cabeza para gozarse. Jadean, se susurran palabras de amor. Adri se mueve dentro de Juan con pasión, con delicadeza, con amor.

Yolanda se siente la peor de las mujeres. Sale de la cama en la que está su amante cubierta de vergüenza y una sábana. Juan le acaricia la espalda seductor.
--No te vayas, quédate conmigo.
--¡Esto está mal¡
Yolanda llora. Juan se acerca a ella. Totalmente desnudo. La abraza, ella quiere soltarse pero él la abraza.
--porque me rehúyes? Me amas, no lo puedes evitar, ¿porqué no hablamos con mi hijo y se acaba todo esto?
Yolanda se siente muy culpable.
--¡es que esto está mal, va a ocurrir una tragedia¡ ¡¡no podemos estar juntos¡
Juan se levanta totalmente desnudo de la cama.
--¡no vuelvas con esas tonterías, al final voy a creer que todo es un cuento para acostarte conmigo y con mi hijo¡¿¿eso es lo que quieres?¡
Juan se muestra dolido. Yolanda llora.
--¡eso no es justo¡ ¡¡yo te amo¡
El maduro, guapísimo y desnudo hombre se acerca hacia su amada que está sentada en la cama. En cuclillas le dice dulcemente:
--¿pues porqué no me comentas de una vez lo que te preocupa?
Él quiere besarla pero ella aparta su rostro del de él. Él siente el amor de ella, su angustia y eso le duele.
--no me huyas --le pide él.
--es que es mejor que no estemos juntos.
--¿¿porqué? Aunque te empeñas en acostarte con mi hijo pese a que él no te quiere yo sé que tú me amas, que quieres estar conmigo, sólo conmigo.
Él es muy amoroso con ella pero ella no lo mira a los ojos porque entonces queda atrapada.
--¿y tú? Tu ex mujer se tiene que a ver puesto en contacto contigo, yo sé que ella quiere volver contigo.
Juan padre la mira confundido:
--¿¿de que hablas??
--Yo sé que la madre de tu hijo quiere volver contigo.
Juan se levanta aturdido. Va caminando de arriba abajo. Se le mueve mucho aquello pero Yolanda procura no mirarlo, ya es el momento de aclarar las cosas. No ha querido hacerlo porque eso supondría una ruptura definitiva que en el fondo no es lo que quiere pero vive demasiado atormentada. Juan se mueva aturdido.
--¿¿que clase de broma es esta? ¡¡hace como 20 años que no sé de ella¡
--¡¡no puede ser ella le juró en su lecho de muerte a su hermano que volvería contigo y yo juré que volvería con tu hijo¡¡
--¿¿de que hablas?? ¡¡Mi ex esposa no tenia hermanos¡¡
--claro que sí. Yo lo conocí. El hermano de tu ex esposa era mi papá. Luis nos presentó. Él murió en mis brazos. Es por eso que está mal que siga contigo, se lo prometí a mi padre en su lecho de muerte.
Juan mira a la joven sorprendido. De nuevo se pone en cuclillas y le acaricia el pelo muy amoroso.
--te engañaron, mi niña. Te tomaron el pelo y no sé porque.
Yolanda no puede creer que todo sea mentira.

Al día siguiente, Luis está en su despacho. Ha conseguido su sueño, ser el dueño absoluto de la empresa que era de su familia. Ahora vuelve a ser la Mercader-Caralt music. Como siempre en la floristería le dicen que Fabio no aceptó sus flores.
--ya hace meses que estoy divorciado y tú sigues sin hacerme caso ¿que es lo que tengo que hacer para tenerte, qué? --se pregunta.
El hombre mira con amargura la foto que tiene en su escritorio, una de los dos se juventud. Recuerda las palabras del hombre al despedirse la última vez que hicieron el amor cuando le dijo que sólo estaría con él si se deshace de esa empresa. Juan padre entra en el despacho del hombre furioso.
--¡¿¿qué es eso que Yolanda es hija del hermano de mi ex¡ ¡¡ella no tenía hermanos¡
Juan está furioso, Luís se aprovecha que el hombre es más débil y para no contestar le da un fuerte golpe en el vientre. Juan se retuerce del dolor.
--¡Será mejor que olvides el asunto si no quieres que tu hijo sepa que te tiras a su mujer¡
Juan partido en dos, con las manos en el estómago. Sorprendido porque no esperaba que Luís supiera de su romance. Fabio se había acercado al despacho, tenía ganas de ver a Luís pero al ver como se comporta lo mira con odio. Luís se da cuenta de la presencia de Fabio, de su mirada de odio y eso le duele.
--¡espera, mi amor¡
Fabio se va corriendo. Luís lo atrapa en el ascensor.
--¡Fabio, te amo¡ ¡¡te amo¡ ¡¡no me dejes¡
Ya no es un rumor, la homosexualidad de Luís queda al descubierto ante todos los empleados. Fabio no se conmueve.
--¡Eres una bestia¡
Luís trata de besar a Fabio que le da una patada en los genitales y se va corriendo. Luís, roto por el dolor, y con las manos ahí trata de seguirlo pero ya no hay rastro en él. Cae al suelo llorando desesperado. Fabio es lo que más ha querido en el mundo, no soporta más vivir sin él.

Por su lado, Marianela y Félix están en el hospital. Viven los momentos más duros de su vida. Su hijo Simoncito se debate entre la vida y la muerte. Por los cristales, ambos miran la cunita del bebé que está aislado.
--¿¿qué es lo que he hecho mal? ¿¿porqué Dios me castiga de esta manera?
Félix la abraza con fuerza.
--Le leucemia no es culpa de nadie, ¡¡son cosas que pasan¡
Félix siente a ese niño como si hubiera nacido de su cuerpo, le duele tanto como a la madre lo que está pasando pero se mantiene fuerte para no derrumbarse ya que su esposa y su hijo lo necesitan bien.
--nuestro hijo se va a salvar. Simoncito no va a morir.
Con ojos de sangre, Marianela dice:
--¿¿pero cómo si ni tu ni yo ni nadie de mi familia es compatible, nadie le puede donar la médula a nuestro pequeño?
--encontraremos un donante. Lo encontraremos. ¡ya oíste al doctor¡ ¡¡Existe un banco de donantes, encontraremos el donante¡
Marianela se muestra nerviosa.
--¡¡pero es que puede ser demasiado tarde¡
Se hace un silencio. Ella sabe que no puede permitir que su hijo muera sin asegurar que el padre pueda ser el donante. Félix quiere preguntarle a su amada si no hay ninguna manera de poder localizar al padre. Ambos piensan en cómo decirle al otro sin lastimarlo.
--¿porqué no le decimos a nuestros amigos que se hagan la prueba? –Marianela.
--Silvana y Ana que se la pasan peleándose los platós de televisión a miles de kilómetros no sé yo…
Marianela no lo deja seguir:
--¡tus amigos, digo tus amigos¡
Marianela se muestra ansiosa pese a que no quiere que se le note que lo que quiere es que Omar se haga la prueba.
--¿tú crees?
--Si bueno, mientras regresen Juan y Adri puedes hablar con Omar.
--Omar está fuera de la ciudad con unas minas que conoció.
--¿¿y cuando vuelve?
Marianela está muy angustiada, Félix la abraza con fuerza. No se da cuenta que oculta algo.
--Mañana o pasado, Juan y Adri también, yo les hablo y les cuento lo que ocurre.
--si, seguro… por probar que no quede… Los milagros a veces ocurren.
--si claro –va diciendo él acariciando la cabeza de su amada pero para dejarla tranquila no porque piense que servirá para algo decirle a sus amigos..
Marianela está segura que Omar sí puede salvar la vida de su hijo y está decidido a presionarlo, chantajearlo si es preciso pero espera poder hacer las cosas con discreción.




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