martes, 22 de marzo de 2011

Capítulo 14


A Juan padre se le parte el alma al ver el sufrimiento de Yolanda. Daría su vida por sacarle esa pena.
--No te pongas así que no soporto verte sufrir --dice con un nudo en la garganta.
--suerte que lo tengo a usted. No sé que haría si usted no estuviera, si no lo tuviera --solloza ella.
Las palabras de la adolescente le llegan muy a dentro. La acaricia y sonríe con ternura:
--tranquila, mi niña. Yo estoy a tu lado.
Ella se aferra a él:
--sin usted no podría seguir viviendo, me moriría de la pena.
Él la mira muy fijamente, le pone las manos en las mejillas y le dice con suavidad:
--no hables así. Eres muy joven como para hablar de muerte.
La adolescente habla destrozada:
--es que he perdido a la única persona que tenía, a mi única familia.
Juan tiene que tragarse sus lágrimas para no angustiar a la joven pero está tan impresionado por la pena de la chica que tiene ganas de llorar:
--lo daría todo por poder ayudarte. eres demasiado joven como para haber sufrido tanto.
A pesar que es mucho su dolor, Yolanda se siente reconfortada por el consuelo del hombre. Eso sí, no puede dejar de llorar.
-- me quedé sola ¿qué voy a hacer ahora?
--no, sola no. Me tienes a mi.
--sí pero dónde voy a ir.?
--puedes vivir en mi casa.
Los dos se miran con mucho cariño. A ella le apetece mucho vivir con ese hombre y a él le hace mucha ilusión tener a la adolescente siempre cerca.
--pero ¿cómo me voy a ir a vivir a su casa? No está bien. Si aún fuera la novia de su hijo, pero no he vuelto a saber nada de su hijo. Seguro que él no quiere.
Juan besa la mano a la joven y le dice:
--sea como sea yo te juro que no te voy a dejar sola. Sea como sea voy a cuidar de ti.
La adolescente y el maduro hombre se abrazan fuertemente. De repente ella se aparta de él:
--disculpe –dice con la manos en la boca.
Le han venido náuseas y va corriendo hacia el lavabo. Juan la sigue angustiado. La oye vomitar.
--¿te sientes bien?
Ella vomita durante rato. Luego se refresca y vuelve a salir.
--¿y esto te pasa muy seguido?
--todas las mañanas últimamente me levanto con ganas de vomitar y muchos mareos.
Juan mira a la joven con el rostro desencajado. Se le nota angustiado. Ella se asusta pero está segura que no tiene nada que cuidado.
--es que no desayuné.
Juan no contesta pero se queda pensativo, sospechando algo. Yolanda se seca las lágrimas y dice:
--¿y ahora que hay que hacer? ¿Qué pasa con mi madrina?
--tranquila, del entierro me ocupo yo.
--gracias, es usted muy bueno.
Con mucho cuidado, Juan la lleva a las butacas para que se siente. Luego se pone de cuclillas ante ella y con dulzura le dice:
--sé que la pregunta que te voy a hacer es delicada pero sé porqué te la hago y me gustaría que me la contestaras con sinceridad.
--dele, con confianza.
--Cuando tú y mi hijo –le da algo de pena decir eso pero tiene que salir de dudas-- estuvieron juntos ¿se cuidaron?
Yolanda lo mira confundida:
--cuidarnos de que? ¿de que no nos vieran?
El hombre sonríe y acaricia a la joven por su inocencia. Está muy conmovido.
--vamos a que te hagan una pruebas.
--No hace falta.
--Hazme caso. Ahora tienes que confiar en mi, se te hace unos análisis de sangre y nos aseguramos que todo está bien.
La adolescente se siente cuidada por primera vez. Le gusta que el hombre la trate con tanto cariño. Juan procura mostrarse tranquilo pero está angustiado. Se siente raro. Por un lado desea que se cumplan sus sospechas, por otro lado le duele ya que siente como celos y además sabe que sería fatal para la chica. Lo que sí es cierto es que tiene que salir de dudas lo antes posible.

Juan sale desnudo de la cama en la que hace apenas unos minutos se estaba acostando con Bruno. Éste se esta duchando. Juan mira por la ventana. Están en el hotel que acostumbra. Su celular no suena. Le sorprende que Ana no lo haya llamado.
--claro, ya se debe haber cansado de irme detrás.
Aunque no está interesado en ella, le hace sentir deseado que le fuera detrás. Al agarrar su celular se da cuenta que no tiene batería. No tiene reloj así que busca el celular de Bruno para asegurarse que no hace tarde.
--¿tienes para mucho? –le grita a Bruno.
Bruno no le hace caso. Canta, está relajado en el baño. Entonces para no aburrirse, Juan se tumba bien en la cama. Busca a ver que juegos tiene su amigo. Buscando en el móvil ve que Bruno tiene vídeos con el nombre de orgía. Sonríe con cara de depravado:
--¿tiene vídeos guarros?
Se dispone a verlo.
--buena manera de entretenerme.
Sí, son vídeos pornográficos en el que él protagonista es el propio Bruno. Se ve claramente como Bruno se está acostando con varios chicos. Hay varios vídeos del estilo, de varios días diferentes. Juan está boquiabierto. Bruno sale de la ducha en ese momento. Totalmente desnudo. Se pone nervioso al ver a Juan con su celular. Se enoja.
--¿¿¡porqué tomas mis cosas?¡
Juan le muestra uno de los vídeos:
--¿¿qué es esto?
Bruno le arranca el celular de las manos. No parece dispuesto a darle explicaciones.
--¿¡es que ahoras me espías?
Bruno se está haciendo el ofendido y eso molesta mucho a Juan.
--¡No, se me acabó la batería y estaba buscando juegos porque me aburría¡
Aunque no ve porque le tenga que dar explicaciones, Bruno dice lo primero que se le viene a la cabeza:
--¡eso era de antes de que nos acostásemos juntos¡
--¡no me vengas con eso¡
--¡Estaba borracho¡
--¿¡en todos? –le reclama furioso.
Bruno no sabe que excusa más darle y empieza a vestirse. Grita para que Juan no le diga nada más.
--¡Yo quiero un amigo, no una vieja celosa así que sí te tengo que rendir cuentas de lo que hago es mejor que no nos volvamos a ver¡
Bruno se va a medio vestir dejando a Juan solo y furioso.

*Omar se acuesta con Silvana y desea hacerlo también con Marianela.

Omar despierta. A su lado está desnuda Silvana. Él sonríe recordando la noche que han pasado juntos.
--venga, despierta –le dice él no con mucho cariño.
Silvana se despierta de mal humor.
--¿Qué te pasa? ¿Por qué me despiertas?
--te tienes que ir.. ¿Por qué te quedaste a dormir aquí? Creí que te irías.
Silvana se incorpora en la cama y lo mira sorprendido:
--¿¡querías que me fuera a mi casa de madrugada y cansada como quedé?
Él sonríe pícaro y dice:
--la verdad es que sí, te dejé muy cansada. yo soy así.
Silvana lo acaricia con deseo y le dice:
--pero lo deseaba tanto.
Omar se levanta y mientras se pone los pantalones le dice:
--pues mira que te hiciste de rogar.
--bueno. es que no nos conocíamos y tú empezaste el plan de ataque el primer día.
Omar se viste de prisa y le pone nervioso que la chica no parece querer irse. Le tira la ropa:
--ahora ya me conoces y bien. Te debes ir, me puedes meter en un lío. A Juan no le gusta que tengamos sexo el día de un concierto.
Silvana se levanta totalmente desnuda y lo abraza. Divertido dice:
--¿es cierto eso que se bajan tonos si uno hace el amor?
Mientras se abrocha los pantalones, Omar dice:
--la cosa es que no quiero que Juan sepa que te quedaste a dormir. Esta es su casa, no la mía.
--bueno, pero él entenderá que no me podía ir sola.
--bueno, si eres mujer para acostarte con hombres también lo eres para volver sola a tu casa –dice él con sarcasmo.
Ella lo mira molesta y le dice.
--¡¡eres un grosero¡¡¡ ¿Dónde está el chico dulce y cariñoso de anoche?
Con cierta ironía, el guapo joven dice:
--No sé, tal vez se quedó debajo de la cama.
--¡eres un patán¡
--anoche no decías lo mismo., claro que no decías nada. Sólo jadeabas.--dice burlón.
Silvana agarra su ropa y molesta le dice:
--¡¡eres un tonto, no te quiero volver a ver¡¡
Divertido él le dice:
--¿y para que te debo querer volver a ver?
Molesta Silvana se viste en el comedor. Omar se tumba en la cama sonriendo de satisfacción.
--ya calló la segunda. Sólo me falta la más difícil y no será fácil...ya que le gusta a Félix.

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