jueves, 24 de marzo de 2011

Capitulo 44


Luís mira emocionado a Fabio que le acaricia el rostro con mucho amor y mucha dulzura. Es algo que a los dos les estremece:
--te quiero tanto, mi amor. A penas has cambiado, eres tan guapo. tan dulce. Eres el Luís del que me enamoré, mi primera vez, mi mejor vez. Nunca he amado a nadie, sólo a ti.
El guapo empresario escucha al hombre con ojos llorosos, éste lo besa con dulzura.
--te amo, Luís. Ahora sé que cometí un error pero podemos olvidar el pasado y ser felices juntos. Al fin juntos.
A pesar que lo que desea es fundirse en brazos de ese chico no lo hace. Se aparta de Fabio sofocado.
--¡¡no, vete¡¡ --dice.
Luis se gira, mira a la ventana para que Fabio no lo vea llorar.
--¿Por qué me haces esto, Luis? Yo sé que tu me amas.
Luís tiembla de deseo mientras Fabio se abraza a él por la espalda. Lo siente temblar:
--sé que te hice daño pero podemos empezar de nuevo. Olvida todo y vete conmigo. Empecemos de nuevo donde tú quieras.
Luís se aparta de Fabio y con rencor le dice:
--¡tú elegiste tu carrera y ¿ahora tienes la cara de pedirme que lo deje todo por ti?¡
Fabio trata de acariciarlo con desesperación pero Luís rechaza.
--¡¡Luis por favor. No cometas el mismo error que cometí yo. Si pudiera echar el tiempo atrás no lo haría me quedaría contigo¡¡
Luís está tentado pero no se quiere dejar vencer.
--no puedo, prometí por la memoria de mis padres que está empresa sería mía¡¡
--¡¡el rencor no es bueno, Luís, además no tiene caso. Esta empresa es del sobrino de tu esposa. No puedes hacer nada¡¡
--¡¡si nadie ha reclamado nada es porque no deben saberlo así que si tú me das ese papel yo lo quemo y todo sigue igual¡¡
--No Luis, yo no te voy a entregar nada. No te voy a permitir que te quedes con algo que no es tuyo. Esta empresa tiene que quedar en manos de quien le corresponde legítimamente.
--¡¡yo soy esa persona. Esta empresa es de mi padre así que me corresponde a mi y haré lo que sea para conseguirlo¡¡
--pues si yo hago publico este papel no podrá ser.
--Si le entregas este papel a alguien te odiaré siempre.
Fabio se asusta por el rencor de Luís que con rabia le exige:
--¡dámelo¡
--¡no¡
--¿¿Qué es lo que quieres?¿¿Qué me acueste contigo?¡¡¡pues si ese es el precio que tengo que pagar para quemar este maldito papel lo haré¡¡
--¡¡imbécil¡¡ --dice Fabio mientras lo bofetea.
Hay un forcejeo en el que Luis intenta meterle la mano a Fabio donde tiene el papel y Fabio lucha por sacárselo de encima. La cercanía les quema y se acaban besando.
--por favor, si de veras me quieres, rompe ese papel—suplica Luís muy dulce.
Alguien llama a la puerta y se separan.
--pase –dice Luís.
Flojito y mirando a su amado le dice:
--no te vayas, tenemos que hablar. No te puedes ir sin darme ese papel.
Fabio, que sonreía porque creía que querían hablar de ellos, se pone triste y cuando se abre la puerta sale dando empujones a la secretaria.
--¡no te vayas, Fabio¡¡¡no te vayas¡¡
Luís se va tras Fabio y trata de que no entre en el ascensor pero Fabio es más rápido. Antes que se cierre la puerta puede ver el rostro lloroso de Luís. Esa mirada se le ha clavado en el alma. Se saca el papel y lo quema ahí mismo:
--nadie lo encontrará. No puedo ir contra Luís pero él nunca sabrá que ya no lo tengo.
Luis se ha quedado desconcertado.
--Fabio nunca se pondría en mi contra. No.
No puede estar seguro de eso y golpea a la mesa con rabia. Llama a gritos a su secretaria.
--busca un detective privado.
--¿y para que quieres un detective?
Muy molesto el hombre dice:
--¡¡no te pago para que me cuestiones sino para que obedezcas mis ordenes¡¡
Luís se encierra en su despacho. Se sienta en su butaca angustiado:
--¡¡yo no voy a perder todo lo que es mío por un capricho de ese maldito viejo que espero que se esté pudriendo en el infierno¡¡¡casi lo tenía todo pues ahora no lo voy a dejar perder¡¡¡
Tira molesto todo lo que hay en la mesa.
--¡¡en mala hora se me ocurrió revisar estos papeles. Ese maldito papel se debió traspapelar. Nadie sabe de él. nunca hubiera visto la luz si no fuera por mi. No sólo no he encontrado nada que me pueda ayudar sino que encontré algo que me puede destruir y ahora por mi culpa hay circulando por ahí algo que me puede destruir.

Juan padre está atormentado por los celos ya que ni su hijo ni su amada Yolanda se han movido del cuarto del bebé. No se atreve a decir nada y se mantiene al margen aunque atormentado por los celos. Ni Yolanda ni Juan se miran, se dicen nada. Sólo están pendiente de su hijo. El chico mira al reloj.
--bueno, yo mejor me voy.
Yolanda, le acaricia el pecho coqueta:
--¿no te puedes quedar un rato más? ¿vamos a mi habitación? Te quiero comentar algo.
Por la mirada de ella él sabe lo que quiere. Y no se puede negar a una propuesta como esa. No le apetece pero necesita que nadie sospeche que es gay. Finge que le apetece, que le gusta divertirse con mujeres y luego pasar de ellas. Juan padre está mirando al final del pasillo. Ve como Yolanda mete a Juan en su cuarto. Yolanda mira a su suegro atormentada. Juan mira a su padre con cara de:
--es ella la que quiere.
Juan padre se queda atormentado por los celos. Va a su cuarto para que nadie lo vea llorar, sufrir. Empieza a tirar por los aires todo lo que pilla.- Piensa en los besos que se han dado, en como se han mirado. Lo mata al saberla en brazos de su hijo. Llorando sangre grita:
--¿¿Por qué Yolanda?¡¡¡¿porqué?¡¡
Yolanda se desnuda ante su marido y cierra la luz para que éste no la vea llorar. Es rápido porque el chico tiene prisa. Después de darle lo que pidió su esposa, el chico se viste y se va ignorando a Yolanda. La joven se siente sucia. Llora.
--Después de esto Juan no volverá a pensar en mi, pensará que soy una cualquiera.
Yolanda sufre por haberse acostado con su marido. Se da una buena ducha. No deja de pensar en los besos de Juan padre.
--¡¡¡no, no¡¡¡eres una mujer casada. te has acostado con tu marido¡¡¡no puedes pensar en los besos de otro hombre y más si ese otro hombre es el padre de tu marido¡¡¡eso es de mala mujer¡¡¡no puedes, no puedes desear al abuelo de tu hijo¡¡¡no puedes¡¡¡con que cara vas a mirar a tu hijo ¿eh? –se reprocha ella.

Juan padre está en la sala muy serio esperando a su hijo. Juan baja corriendo. Se pone a la defensiva.
--¡¡antes de que me ataques, fue Yolanda la que me metió en su cama¡¡
A Juan le enloquece que se lo recuerden:
--¿¿Cómo te atreves??
--No te pongas como un loco.
Muerto de celos, Juan padre dice:
--¡¡le has faltado a Yolanda y te lo advertí¡¡
--Yolanda es mi esposa, podemos hacer el amor.
--¡¡tú no la quieres¡¡
--Yolanda sabe como están las cosas, es una mujer. Le gusta tener sexo conmigo sin mayor compromiso. Si a ella le apetece chingar conmigo ¿¡a ti qué te importa?¡ Es ella la que se me abre de piernas.
Juan padre se golpea el puño para controlar sus ganas de golpear a su hijo. El chico se va y Juan sube como loco. Grita el nombre de Yolanda. Ésta, que sale de la ducha, se asusta. Sabe que el hombre va a reclamarle. La puerta está cerrada y él la golpea como un loco.
--¡¡abre, abre¡¡¡
--Ahora no, Juan.
--¡¡abre o hecho la puerta abajo¡¡
--¡¡vas a despertar a mi hijo¡¡
Loco por la rabia y los celos, Juan da una patada a la puerta y la abre. Yolanda aparece ante sus ojos con una toalla que cubre su desnudes.
--¡¡fuera¡¡
--¡¡¿Por qué me has hecho esto?¡¡
--Juan es mi marido.
--¡¡pero tú me quieres a mi¡¡
--¡¡fuera¡¡¡
Juan se deja llevar por la rabia, por sus instintos. Abraza a la joven:
--¡¡yo te voy a demostrar que te puedo dar lo mismo que mi hijo¡¡
--¡¡bruto, bruto¡¡
Hay un pequeño forcejeo pero ella en seguida se funde en brazos del hombre. Se le cae la toalla. Ella lo mira con timidez, él arde en deseo. Él la toma entre sus brazos y la lleva a la cama mientras se va sacando la ropa. Yolanda no se opone. Sólo se aferra al cuerpo del abuelo de su hijo con un:
--Te amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario