jueves, 24 de marzo de 2011

Capitulo 46





Rubén está muy triste. Llora indefenso. Juan lo trata con mucho cariño. No le gusta verlo así. Se siente culpable porque sufre por su novia, él se acostó con Ana.
--Ana nunca me sería infiel ¿no?
--Bueno…
A Juan le tiembla la voz. No le puede decir a Rubén que le consta que Ana le es infiel pero tampoco puede decirle que es fiel. A Juan le tiembla la voz, balbucea.
--Además desde que salimos de gira he estado poco con ella.. Seguro que esto lo he pillado en un lavabo. ¿puede ser no?
--si claro –dice Juan nada seguro.
--No le digas a Ana, ella vas a creer que le he sido infiel. ¡No me va a creer¡
Juan pone sus manos en los hombros de Rubén.
--No te preocupes.
Rubén quiere creer en Ana pero aunque se lo quiere negar a él mismo, está convencido que Ana le es infiel y eso le duele pero no quiere enfrentarlo. No quiere que ello la deje. Llora. Juan no soporta verlo así. Lo abraza. Lo besa con cariño.
--No es grave ¿no?
--Recién comienza, con una sola dosis grande de antibióticos me curo.
--Pues ya no te preocupes, olvida el tema.
--Por suerte es de poco, no le puedo haber contagiado a Ana.
Se hace un silencio. Juan no tiene dudas que Ana es la que ha contagiado a su chico pero no le quiere hacer daño a él. Se muestra fraternal.
--claro que sí. Esto lo has pillado en un lavabo público, no tienes que pensar en nada más.
Ni Juan ni Rubén creen eso pero es lo que Rubén necesita escuchar. Juan le da un fraternal beso.
--venga, ya… vamos a tu cuarto. Te das una ducha y te olvidas te todo.
Rubén fuerza una sonrisa. Lo que más le duele es esa herida que tiene dentro de él al saber que está perdiendo a lo mujer que ama aunque trate de negárselo. Rubén está asustado. Tiembla. Jamás pensó que tendría una enfermedad de transmisión sexual. Le han dicho que no es grave pero le preocupa, le asusta. Además aunque se hace el tonto en el fondo sabe porque tiene esa enfermedad. Juan le ve tan mal que no quiere dejarlo solo. Lo trata con mucho cariño.
--venga, que una ducha te sentará bien.
Llegan juntos a la habitación de Rubén. El chico se desnuda ante Juan sin problemas. Juan le va animando.
--estas cosas son comunes, en los baños se pilla de todo –le va diciendo Juan.
Pero Rubén no se atreve a preguntar si a él le ha pasado. Juan se queda a su lado, le va hablando de su próximo concierto. Eso y el agua cayendo sobre su cuerpo desnudo lo relaja.

Yolanda está en el cuarto de su hijo. Siente mucha vergüenza. No se atreve a mirar a su hijo a los ojos. Le pide perdón por haberle fallado. Juan padre iba a entrar y Yolanda lo mira con mucha dureza:
--vete, por favor. vete.
--¡¡pero…?¡
Yolanda le cierra la puerta en las narices. Juan se queda muy angustiado.

Por otro lado, Luis se ha citado con un detective privado.
--he hecho sus averiguaciones y me encontré una de las sirvientas de la casa que está muy indignada por algo que pasó.
A Luis se le abren los ojos como platos:
--soy todo oídos.
--de mi no lo va a creer así que mejor se lo diga ella...
--cuanto misterio –dice Luis divertido.
Se acerca la sirvienta que vio a Juan padre saliendo del cuarto de Yolanda. El detective le pide que le diga lo que sabe.
--hablo porque me parece indignante. Usted es su cuñado. Sabrá que hacer.
Luis escucha interesado.

Es de noche, ni Yolanda ni Juan padre pueden dormir ya que no hacen más que pensar el uno en el otro. Sofocado, Juan sale en calzoncillos de su cuarto y se mete en el de Yolanda.
--¿¿Qué haces aquí?¡ --ella.
Él se mete en la cama y a pesar que ella trata de rechazarlo hacen el amor.


1 mes después.
Juan padre y Yolanda están desnudos en la cama después de hacer el amor. Yolanda reposa su cabeza en el pecho de su amante.
--ya te tienes que ir.
--No me quiero ir. Te amo, quiero dormir a tu lado.
--ya sabes que no puede ser.
Ninguno de los dos quiere moverse, están muy felices el uno en brazos del otro.
--esto está mal. Debe acabar --ella.
Juan acaricia la cabeza de la joven:
--siempre me dices lo mismo.
Muy triste Yolanda le dice:
--siempre te digo que no me vuelvas a buscar en las noches.
--pero siempre vuelvo y tú me aceptas.
--es una locura.
Yolanda mira a Juan fijamente y dice:
--esto debe acabar, entiende que no está bien.
Juan la mira dolido y dice:
--lo que no está bien es que por el día me rechaces y por la noche seas mi amante ¡voy a creer que lo único que te interesa de mi es acostarte conmigo¡¡
Yolanda lo bofetea:
--¡¡esto no es justo¡¡
Juan se lleva las manos en la cabeza. Está desesperado.
--lo siento, tienes razón. Es que me vuelvo loco. Por el día me huyes, no me hablas ¡¡y por la noche no me rechazas¡¡
Yolanda lo mira herida:
--sabes que no es cierto. Por el día siempre estoy con mi hijo, hay gente y eso me da fuerzas para rechazarte. Por la noche siempre vienes desnudo y solo. Yo te rechazo --su rostro se llena de lágrimas y dice—ya sé que soy una mala mujer pero me gustan tus besos, tus caricias ¡¡no lo puedo evitar¡¡
Juan seca las lágrimas de su amante y le dice:
--¡no eres una mala mujer¡¡sólo me amas¡¡no puedes luchar contra lo que sientes¡¡
--¡¡pero tengo que hacerlo¡¡¡¿Qué va a decir tu hijo?¡¡
--ya va siendo hora que Juan sepa la verdad.
--¡¡no¡no¡¡
--¿y entonces qué cosa quieres? Ser mi amante toda la vida?
Muy triste Yolanda dice:
--lo que quiero es que no me vengas a buscar.
--tú no quieres eso. Si no quisieras cerrarías la puerta con llave.
--Tienes razón, en el fondo si quiero pero no debe ser. A partir de mañana cerraré la puerta. Nunca más volveremos a estar juntos.
Juan padre está seguro que la joven no habla en serio pero le duele esa posibilidad. Le pone las manos en la mejilla y con desesperación le dice:
--¡¡no me hagas esto¡¡tienes razón. si lo que quieres me conformaré con ser sólo tu amante¡¡
Aunque le duele hacerlo la adolescente lucha por rechazarlo:
--¡¡lo que quiero es olvidarte¡¡
Juan lucha por besarla y abrazarla y ella por arrancárselo de sus brazos.
--¡¡tú me amas, no me puedes dejar¡¡
--¡¡piensa en Juan¡¡
--¡¡a mi hijo no le importas¡¡
--¿¿y mi hijo?¿¡que pensaría mi hijo su supiera que su abuelo y su madre son amantes?
--tu hijo es muy pequeño.
--pero va a crecer y nos va a reclamar.
--no si él me cree su padre desde ya.
--¡¡quieres quitarle su hijo a tu hijo?¿no crees que ya le has quitado demasiado cosas?
Juan padre mira dolido a Yolanda:
--¿Qué es lo que me quieres decir?
--por favor, vete.
Juan padre se pone los slips y dice:
--pero que sepas que te amo.
Los dos se miran con lágrimas en los ojos. Cuando cierra la puerta, Yolanda llora aturdida. Se levanta y cierra la puerta.
--¡¡esto tiene que acabar. tiene que acabar¡¡
Aunque se estremece sólo de pensar en las caricias del maduro hombre no quiere amarlo.
--es un amor inmoral, prohibido.

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