jueves, 24 de marzo de 2011

Capitulo 62


Ruben y Juan mean juntos, Adri se podía poner al lado de Rubén pero lo hace al lado de Juan. Le gusta mirarle la verga aunque la conoce y la ha saboreado de sobras. A Juan le gusta sentir que Adri lo desea cada vez más pero está preocupado por Rubén.
--¿y no sabes nada de Ana?
--No pero seguro que me llama.
--¿no crees que tal vez deberías aceptar que…?
Rubén no deja que Juan acabe su frase. Se la sacude, se la guarda. Sale del urinario precipitadamente.
--¡Ana es mi novia mientras que ella no me diga la contrario¡
Rubén no quiere aceptar que han roto y de hecho en el fondo no quiere hablar con Ana para evitar que su ruptura sea oficial. Juan se la sacude y se la guarda. Se acerca a Rubén. Adri lo sigue, en realidad no hacia pis, lo ha seguido para acompañarlo. Para recordar viejos tiempos. Le gusta estar en el lavabo con su amante. Tanto Juan como Adri sienten pena por Rubén. Juan le pone la mano en los hombros a Rubén. Se muestra compasivo.
--¿y no crees que es injusto que tú le seas fiel mientras ella…?
Juan se calla.
--¿¿qué insinúas?
--No, nada. Nada –Juan con culpa.
Rubén fuerza una sonrisa.
--todo está bien, en serio. Ana va a volver y nos vamos a casar.
--si claro –dice Juan nada convencido.
Juan no insiste del tema, podría desenmascarar a Ana pero tendría que decir que casi todo el grupo se la ha tirado y eso es algo que no iba a beneficiar a nadie. Tanto Adri como Juan lo abrazan por los hombros y salen del baño. Omar está solo en la barra del bar en el que se encuentran tomando una copa.






En ese mismo instante, Pierre sale de Palacio. Está ya en Mónaco. Sale en su moto. Lo sigue un escolta. Una chica casi se le tira encima. Pierre para la moto de golpe. Casi la atropella. Se saca el casco y se baja.
--¿¿estás loca?
El escolta iba a intervenir pero Pierre lo para.
--Es una amiga.
Ana besa al príncipe en los labios.
--¡tenía muchas ganas de verte¡ ¡¡me moría sin ti¡
--pero si hace dos semanas que nos acostamos en tu país.
Ana se besa ardiente:
--Yo necesito hacerlo todos los días… almenos contigo.
Ella se muestra muy caliente. Se va frotando en él. Ella siente como la gorda verga del príncipe se le va clavando en el pantalón.
--¿¿qué haces aquí?
--¿así es cómo me das la bienvenida a tu país? El pasaje y el hotel me ha costado mucho dinero y todo lo he hecho por ti, por estar contigo ni que sea una sola vez.
Ella lo besa mientras le magrea el trasero al príncipe. Pierre se siente muy orgulloso de la pasión que despierta en la chica. Está seguro que es todo algo físico, que Ana se portaría igual con él si no fuera príncipe.
--Quiero ser tuya, quiero que te acuestes conmigo hasta que te canses. No me importa que me uses porque mientras sea seré feliz.
--¿estás segura que no te importa que te trate como un simple objeto sexual? –dice él excitado.
--No, yo acepto que eres un príncipe y que te casarás con una princesa. Yo sólo aspiro a ser tu amante, a calentar tu cama siempre que a ti te apetezca. Yo estaré esperándote desnuda y con las piernas abiertas siempre que lo desees.
Pierre está muy cachondo. Se nota que su dura verga quiere salir del pantalón. Le gusta que la chica se le ofrezca de esa manera tan condicional. Está satisfecho de sus encantos y está convencido que la pasional Ana sólo quiere gozar de su cuerpo sin ningún compromiso por parte de él. Tiene claro que Ana es una regalada y no va a permitir que saque beneficios por acostarse con él pero está seguro que Ana no lo desea. Se la lleva al auto y mientras el chofer maneja, Pierre se la tira. Luego la deja en el camino. A ella le da rabia que la trate de esa manera pero está dispuesta a dejarse humillar pero por un tiempo, tiene grandes planes para ella. A Pierre le excita que Ana se rebaja por acostarse con él.


Meses después… Pierre ha puesto un avión privado a disposición de Los Nice Boys para trasladarlos a su país. Omar sólo piensa en todo el lujo que va a ver.
--¡¡cómo alguna millonaria quiera conmigo yo no vuelvo¡ --dice divertido.
Félix está sentado a su lado mirando fotos de bebé. Omar lo mira aburrido.
--¡ya deja esas fotos¡
Félix está orgulloso:
--¡es que soy papá¡ ¡¡papá¡
A Félix se le cae la baba con el bebé.
--tu hijo es precioso –dice Rubén.
--Simoncito es un niño muy lindo –dice Juan.
Félix no hace más que mostrar fotos a sus amigos presumiendo de hijo. A Omar le resulta incómodo. Él es el verdadero padre de ese pequeño y no quiere ver unas fotos de él pero se le hace difícil porque Félix no hace más que mostrar fotos.
--¡Que bien nos lo vamos a pasar, como mínimo caen cinco monegascas¡ --dice Omar volviendo a su tema.
Luego mira a Rubén que está solo.
--tú seguro que al fin mojas, a este paso vas a convertirte en virgen otra vez –Omar burlón.
--Yo tengo novia.
--¡pero si haces meses que no sabes de ella¡ --Omar.
--pero sé que volverá a mi.
Omar ya deja por imposible a Rubén. Le habla a Adri, le habla con burla.
--Es una lástima que ya estés “casado” –con burla-- y no te puedas acostar con alguno de los amigos de Pierre.
Adri agarra la mano de Juan.
--ya no me interesa otro.
Juan toma la iniciativa, lo besa. Sus amigos ya se han acostumbrado a su amor y ya que Adri se muestra tan sumiso Juan siente que es lo mínimo que Juan puede hacer por él.

Por otro lado, para Yolanda es una tortura vivir bajo el mismo techo que el hombre que ama y tener que renunciar a él. Y ahora están los dos solos. Yolanda pasa por el lado del cuarto del hombre. Vibra al escuchar la ducha. Lo sabe desnudo. Lo ama y lo desea.
--¡no lo hagas, no lo hagas¡
Una voz muy fuerte de ella le dice eso pero lleva demasiados meses alejándose del hombre. Acostándose con el hijo cuando desea al padre. Yolanda está excitada al saber que su amado está desnudo. No sólo lo ama, también lo desea. Le apetece verlo desnudo. Abre la puerta. El guapo hombre está en la ducha. El agua cubre su cuerpo desnudo. Está relajado y no presta atención. Yolanda ama y siente un profundo deseo por su suegro.
--echo una miradita y me voy.
Y se siente muy culpable por estar espiando al abuelo de su hijo.
--¡¡no, no¡ ¡¡esto no puede ser¡
Quiere irse pero tropieza con una silla.
--¿¿Quién anda ahí? –Juan apagando la ducha.
Yolanda huye. Juan sale desnudo del baño, de la habitación. Sonríe con cara de degenerado al ver que quien estaba en su habitación ha entrado en la habitación de Yolanda. Es rápido y él entra antes que ella ponga el cerrojo.
--¿¡cómo entras en mi habitación y así?
Ella hace que se escandaliza, que no quiere mirar porque el hombre está desnudo y mojado pero le encanta lo que ve.
--Esto es lo que tú querías –dice pícaro.
Yolanda trata de rechazarlo pero no puede. Ama a ese hombre y se acuesta con él en la misma cama en la que se acuesta con el hijo. Ella tiene en mente la promesa que hizo en el parto y luego a su supuesto padre en su lecho de muerte. Está segura que ocurrirá una tragedia pero cierra los ojos y se pierde en los brazos de su guapísimo suegro.

Horas después, Los Nice boys tocan tierra. En Mónaco, Pierre los recibe, Félix presume de hijo. Pierre abraza a cada uno de los chicos. A Juan le cuesta mirarlo a los ojos después de haberle visto la verga en todo su esplendor pero se muestra tranquilo. Con Juan se siente totalmente lleno.
--¡espero que les guste el Palacio¡ ¡¡están invitados a quedarse varios días¡
Félix en seguida dice:
--No, yo no puedo. Es que acabo de ser papá y quiero estar con mi familia.
Pierre abraza de nuevo a Félix para darle la enhorabuena.
--oye, pues gracias por venir.

Tienen unas horas para descansar, ensayar y en la noche concierto para el soberano y los más selecto de Mónaco. Ana ha logrado ser invitada aunque ha aceptado estar de incógnito y ni los propios Nice Boys saben que está ahí. Ana tiene un brillo especial en los ojos. Después del primer tema, mientras todos aplauden. Aprovecha que están distraidos y Ana sube al escenario. Rubén mira a Ana feliz.
--¡tengo que decir algo muy importante¡ --dice ella.
Rubén sonríe, se imagina una sorpresa de amor para él pero es distinto la noticia que tiene que decir.
--¡El príncipe Pierre y yo vamos a tener un hijo, espero que nos casemos muy pronto¡
Esta noticia es toda una bomba para la casa real y también para Rubén y Pierre que tienen el rostro desencajado. Rubén tira la máscara y se lanza contra el príncipe.
--¡te voy a matar, hijo de puta¡
Los Nice boys se sacan la máscara también y corren para evitar que Rubén haga una locura.

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