jueves, 24 de marzo de 2011

Capítulo 52


Juan padre yace en el suelo como muerto. Yolanda se ha levantado de golpe. Su amante se ha callado demasiado de repente y además está ese extraño ruido que oyó. Se acerca a la puerta por si oye algo. El silencio la angustia.
--¿Juan? ¿estás ahí? ¿Juan?
No recibir respuesta del hombre, que parece muerto, es algo que la angustia mucho.

Por su lado, Elisa habla en voz alta sin imaginar que su marido está despierto y lo oye todo con impacto aunque prefiere hacerse el dormido.
--Yo no quiero que me dejes por esa marica con la que me engañas. No te vas a convertir en un maricón, te voy a salvar.
Luís tiene el rostro desencajado ya que no esperaba que su esposa lo supiera. Ésta sigue hablando:
--un hijo es lo único que no te alejaría de mi vida, pero tú no me lo quieres dar y encima desde que tiré las píldoras de verdad y puse vitaminas en el bote tú no me tocas. Es por el bien de nuestro matrimonio que he buscado otro hombre y Dios quiera que Rubén haya tenido buena puntería y esté embarazada. Sino buscaré otro que me embarace aprovechando mis días fértiles. Mañana lo sabré, me haré la prueba. Tú no pensarás mal de mi y te diré que estoy de más de un mes y muchos niños nacen prematuros.
Luis está muy impactado por la involuntaria confesión de su esposa.

Yolanda, al ver que Juan no responde, abre la puerta y se lo encuentra como muerto. Grita horrorizada al creer que murió.
--¡¡está muerto¡¡¡está muerto¡¡
La adolescente no sabe que hacer, sus gritos de metal se oyen en toda la casa y despiertan al pequeño de los Juan pero la angustiada madre ahora sólo tiene cabeza para gritar y gritar. La sirvienta de la casa se acerca corriendo y se horroriza por lo que ve.
--¡¡está muerto, está muerto¡¡ --grita la adolescente.
Con reproche la sirvienta dice:
--es que Dios los tenía que castigar. Nada bueno podría salir de la relación pecaminosa que tenían ustedes.
Yolanda cae de rodilla a los pies de su amado. Llora sobre su pecho desnudo:
--¿¿¡porque me has hecho esto?¿¡¡porqué?¡¡

Luís decide no descubrirse y Elisa se tumba al lado de su esposo y se duerme sin saber qué ha sido descubierta. Luís, cuando la sabe dormida, se levanta. Tiene el rostro desencajado por la sorpresa.
--¿¡¡que es todo esto?¡¡¡ Elisa es mucho peor que yo¡¡se hace la santa pero¡¡que pedazo de zorra¡¡
Luís está muy sorprendido por lo que ha descubierto. La mira incrédulo:
--¡¡me tendió una trampa para atraparme con un hijo¡¡
El guapo empresario está lleno de sorpresa y rabia:
--¡¡menos mal que no me levanta ni un pelo, pero¡¡se acostó con otro¡¡¿Rubén de los nice boys?¡¡¡¡pretende atarme a ella con un hijo de otro¡¡
La sorpresa pasa a la victoria:
--la tengo en mis manos. No le diré nada, que se embarace del que sea. Así la tendré en mis manos. Elisa no se va a querer quedar sola con un hijo bastardo y hará lo que sea por mi silencio.
Luís sonríe victorioso:
--con todos los secretos que sé de esa familia pronto toda esa empresa será mía y yo seré libre, libre.
Una sombra de tristeza aparece en su mirada cuando piensa en Fabio.
--tengo que hablar con él. Le tengo que contar todo. No puedo dejar que piense que voy a tener un hijo, lo perdería para siempre. Si le explico todo seguro que lo convenceré para que sea mi amante hasta que me deshaga de Elisa.
Luis sonríe seguro que todos sus planes saldrán como él espera.

Angustiada, Yolanda llora en brazos de su desnudo amante cuando se da cuenta que respira.
--¡¡está vivo, está vivo¡¡
--¿estás segura, niña?¡¡a mi me parece muerto¡¡
Preocupada pero esperanzada, Yolanda dice:
--¡¡vive, vive. Llama a alguien. Llama a alguien¡
La empleada no hace nada. Furiosa Yolanda dice:
--¡¡llama a una ambulancia, carajo¡
La empleada obedece. Yolanda besa la mano de su amante:
--te vas a poner bien. Te vas a poner bien.









Félix llega al hotel casi de madrugada y llama a la habitación de Omar que lo va a abrir medio desnudo. Se sorprende al ver a su amigo.
--¿¿tío, que haces aquí?¿tú sabes que hora es? –pregunta medio dormido.
--Marianela espera un hijo pero no es mío.
Con esta noticia Omar se despierta de golpe:
--¿de que hablas?
--puedo pasar?
--si claro.
Félix está muy triste:
--¡¡tú tenías razón. Es una cualquiera que se burló de mi¡¡
--yo que conozco bien de mujeres te lo dije. Las hembras son así. Sólo buscan macho. La de hombres que se la tienen que haber tirado para preñarla¡¡la muy golfa¡¡
Félix está destrozado:
--no me dijo quien es el padre. Sólo que no soy yo.
--es que es lo único que tiene que tener claro. Tú ya te has dado gusto, tienes a miles de niñas locas a tus pies. Si tú quisieras puedes hacer como yo que cada día me acuesto con una fan diferente.
Félix se seca las lágrimas y lleno de dolor dice:
--tienes razón. No volveré a pensar en esa puta. Gracias por escucharme.
Omar le da un falso abrazo fraternal. Ante él se muestra cariñoso aunque tiene una sombra de preocupación.
--Me puedo quedar aquí? No quiero estar solo.
--si claro.
--voy a darme una ducha.
Cuando Félix se va, se queda preocupado:
--Mi hijo, tiene qué ser mi hijo.
Se lleva las manos a la cabeza y trata de tranquilizarse.
--no. Si no dijo nada no lo dirá. Yo nunca tuve nada con esa tipa y nadie puede demostrar que su hijo es mío, suponiendo que lo sea.

En el hospital, mientras Juan padre se debate entre la vida y la muerte, Yolanda reza en la capilla.
--¡¡no te lo lleves Diosito, no lo hagas¡¡¡
La adolescente llora sangre.
--sé que estás enfadado conmigo porque falté a mi promesa pero te juro que si lo salvas ahora sí me separo de él para siempre. Haré lo imposible porque Juan me lleve a su lado. ¡Ese amor que nunca debió nacer morirá hoy pero no te lo lleves no te lo lleves¡

Muy angustiada por su hermano y acompañado de Luís, Elisa llega al hospital. Ven a Yolanda que sale de la capilla. Elisa se acerca a ella.
--¿¿¡como está mi hermano?¡¡
Yolanda la abraza llorando:
--¡no lo sé. No lo sé. Los médicos no me han dicho nada¡¡
Luís trata de calmar a tía y sobrina.
--yo iré a ver qué averiguó y llamaré a Juan.
Mientras se aleja de las dos, el hombre piensa:
--no me interesa que muera, pero esto me va muy bien a mis planes.
Sonríe con una sonrisa traviesa. Marca un número.
--¿¿Juan?¡

Omar está tumbado en la cama. Félix sale totalmente desnudo de la ducha. Se sienta en la cama para acostarse. Omar le ve que tiene varios chupones en el cuello. Sonríe pícaro.
--veo que te has desahogado con una puta.
--Tenía que hacer algo.
Félix se muestra triste, Omar le sonríe con complicidad. Pone su mano en su desnudo muslo, cerca de los genitales aunque es un gesto totalmente fraternal.
--¿y era muy cara?
--Gratis.
--¡Esas son las mejores¡ --Omar con cara de pervertido.
Félix, totalmente desnudo, se va metiendo en la cama. Omar junto a él. Animado.
--¡quiero todos los detalles¡
Félix lo que quiere es olvidar lo que ha pasado.
--con esa cara cualquiera diría que no ha sido bueno el polvo pero con esos chupones… ¡imposible¡
Félix se hace el dormido para no hablar. Llora por dentro.








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