jueves, 24 de marzo de 2011

Capitulo 69



Juan hijo llega a casa de su padre. Se acerca a su esposa y pide hablar a solas con ella.
--¿que es lo que pasa? ¿porqué esa cara?
--¿porque nunca me dijiste que no me amas?¿que amabas a mi padre? ¿aún son amantes?
Juan se muestra fraternal con su esposa. No está enfadado. Yolanda lo mira sorprendida:
--¿de que hablas?
--Luís me manipuló. Me hizo creer que mi padre sufría por mi culpa yo volví contigo para no hacerle daño a mi padre y así es como se lo hice.
Yolanda está pálida.
--pero… --balbucea.
Juan le cuenta todo lo que le dijo Luís.
--eran actores. Luis me lo ha contado todo. Una mujer se hizo pasar por mi madre y un hombre por tu padre.
--no entiendo –sorprendida.
--No sé si tú y mi padre son aún amantes pero sé que él está triste. Ahora entiendo porqué. Él ha estado sufriendo por ti, porque yo le robé a su mujer. Se acabó, eres libre para estar con él.
--y mi niño?
--nuestro hijo es pequeño entenderá. Los niños lo entienden todo. Hasta que su madre sea la mujer de su abuelo. Además hay algo que tienes que saber y espero que me comprendas. Soy gay, nunca me gustaste. Es más estoy enamorado de Adri y quiero hacerlo público.
Esa confesión causa sorpresa en Yolanda, se siente estafada pero no puede enojarse. No es lógico. Lo único que se le ocurre es abrazar a su esposo. Los dos se desean suerte. Juan padre aparece en ese momento.
--¿que es lo que pasa?
El joven Juan pone la mano de su esposa sobre la de su padre y le dice con ternura:
--papá, te concedo la mano de Yolanda. sé que la harás feliz.
Juan padre se queda en shock. Juan besa a su padre.
--ella te contará todo.
Juan hijo los deja solas.
--mi amor --dice Juan padre sin entender bien lo que pasa.
--te amo, te amo. --dice ella abrazándolo.
Juan y Yolanda se besan como si fuera un sueño.

Por su lado, Fabio llega a su casa. Se sorprende al encontrar a Luís esperándolo. Es brusco con él.
--¿¿qué quieres?
Luís mira a Fabio enamorado y dice:
--Pues a ti, si estás dispuesto a aceptar a alguien sin blanca.
--¿cómo?
--No tengo nada, sólo mucho amor para darte..
Fabio no le pide más explicaciones. Se le tira encima y lo besa con pasión. No tienen tiempo de espera. Ya han esperado demasiado. Se besan, empiezan a desnudarse en el ascensor. Se aman, se desean.
--¡te amo, te amo¡ --jadea Luis.
Fabio lo mira con lágrimas en los ojos.
--¡te amo tanto¡
Llegan al apartamento de Fabio. Se aman y de desean. Ya no pueden más. Cierran la puerta de golpe. Luís empuja a Fabio hacia la puerta cerrándola. Se arrodilla ante él. Le arranca los botones a mordiscos. Va acariciando los boxers. Son rojos y ocultan una gran erección. Luís ama a ese hombre y lo desea. Lleva tiempo deseando volver a estar con él, llenar su boca de esa verga que tanto le gusta. Fabio le acaricia la cabeza agradeciendo el placer que le está dando. Cuando ya no va a poder controlar más su cuerpo, Fabio se aparta de él. Se tira encima de Luis. Se besan, se acarician, se frotan mientras se van desnudando. Fabio muerde los pezones de Luis. Ambos jadean. La lengua de Fabio baja del centro del pecho al ombligo y se pierde en los genitales. Luego Luís se mueve para poder chupársela a Fabio mientras Fabio se la chupa a él. Ambos disfrutan mucho con la verga del otro en la boca, acariciando el uno las bolas del otro. Luís se levanta, Luis tira a Fabio en la cama. De espaldas, las piernas en el suelo. Luís abajo chupándole el ano. Luego se clava en Fabio de una forma bestial. Ambos gritan de placer. Se aman y disfrutan estando juntos ahora ya sin ningún tipo de barrera.

3 meses después…. En la misma playa en la que hicieron el amor por primera vez, Fabio y Luís se han reunido junto a un juez y dos testigos para formalizar su amor, para unirse en matrimonio. Están los dos tomados de la mano, mirándose enamorados. No pueden creer que después de tantos años separados al fin estén juntos, que al fin vayan a casarse. El juez lee los artículos correspondientes. Pregunta a cada uno de los contrayentes si consienten en contraer matrimonio con el otro y si, efectivamente, lo contraen en dicho acto. Luís y Fabio, sin soltarse de las manos y muy emocionados dicen que sí quedando unidos en matrimonio. Fabio y Luís murmuran a la vez un “no me lo puedo creer” y un “te amo” antes de unirse en un beso que es interrumpido por el juez para entregarles el acta que ambos agarran a la vez como si más preciado tesoro.

Mientras, en un bonito hotel, Del brazo de Juan hijo, y precedido por Juan nieto que hace de paje, Yolanda llega al altar con un sencillo vestido blanco en donde la espera Juan padre con el juez. Los novios se toman de las manos. Se miran con ojos llorosos. Un apasionado beso sella su matrimonio. Juan y Adri está los dos juntos. Se mantienen discretos, se acarician la mano con disimulo. Entre los invitados están Rubén y Noelia con la pequeña Esperanza. A Rubén le tranquiliza que no hay ni sombra de Elisa. La mujer se ha refugiado en un convento olvidándose de todo lo demás.

Omar se acuesta con una chica. Es enfermera y lo hacen en la mesa del doctor. En la consulta. Sobre los exámenes médicos. Él le ayuda a recoger los que se han caído. Ve una ecografía con el nombre de Marianela y lo abre.
--¡oye que es esto¡ ¡¡yo conozco a esta chica¡
La enfermera le saca el papel.
--esto es trabajo. No debes mirarlo.
Pero Omar ya se ha enterado de lo que ponía.
--¿y lo sabe el marido?
--¡no te metas en mi trabajo¡
Omar se abrocha los pantalones. Está muy impresionado por todo lo que ha descubierto.

De nuevo en el hotel, luego de una breve ceremonia civil, se abre el baile. Juan y Adri están juntos pero sólo como amigos. Están en la barra tomando.
--Me muero por besarte –le dice Juan al oído.
Adri mira nervioso a Juan y dice:
--No hagas tonterías, no le vayas a estropear la boda a tu viejo.
--¿a poco no quieres que la gente sepa que eres mi novio?
Se aman, se acuestan juntos pero nunca habían hablado de noviazgo.
--¿novios?¿somos novios? –sorprendido pero feliz.
--¿y tú que crees? –Juan es muy amoroso.
Adri no dice nada, está demasiado feliz.
--Me encantaría gritarle al mundo que estoy enamorado de ti pero ahora no me parece apropiado… Pueden pensar que es una venganza y sabes que te amo, lo sabes ¿no? –Juan.
--si, lo sé –murmura Adri emocionado.
Se acarician las manos con disimulo. Juan le agarra del brazo.
--ven, vamos… --picaro.
--¿A dónde?
Juan lo mira con cara de pervertido y dice:
--¿no te da morbo hacerlo en la boda de mi ex o preferías hacerlo con un casado y ahora que estoy divorciado no te gusto tanto?
Adri lo mira con cara de pervertido y lo sigue. Van a los lavabos. Entran en el wáter besándose, sacándose la camisa. Juan le come los pezones a Adri, luego le come la verga. Luego es Adri el que le come la verga a Juan. Juan, con la verga muy gorda y apunto de explotar, empuja a Adri hacia la taza del wáter. Se moja un poco los dedos con saliva, moja el agujero y se la mete. Son salvajes, apasionados pero se aman, se retuercen del placer. A fuera sigue la fiesta. Juan y Adri se aman pero a la vez se desean. Les encanta acostarse juntos. Es la cosa que más le gusta hacer. Juan le da duro a Adri, le da azotes incluso le dice alguna que otra guarrada que a los dos les pone aún más. A Adri le encanta sentir la gorda verga de Juan metiéndose en su cuerpo, Juan se la mete toda. Se la mete con dureza. Se la mete hasta el fondo. Es muy apasionado. Adri con los brazos se apoya en la taza del wáter. Se muerde tan fuerte los brazos para no jadear que hasta le sangran. Juan disfruta viendo la sangre de Adri porque eso significa que está gozando y mucho.
--¿te gusta putita, eh? Te gusta mi verga ¿eh? Te gusta que te la meta toda… --jadea Juan.
Juan saber amar a Adri pero también sabe ponerlo cachondo.
--¡¡si me encanta… métemela toda… toda hasta que me duela… métemela bien deprisa hasta que te quede
roja¡
Adri se gira, un momento. Le gusta ver la cara de Juan cuando está apunto de venirse. Juan tiene que hacer un esfuerzo para tragarse todo ese placer. A Adri le encanta ver la cara de gusto de su amado y sentir como el semen de éste entra en su cuerpo. Juan cae al suelo y agotado y con mucho placer. Juan, con los pantalones en las rodillas y la verga muy dura le dice con cara de degenerado:
--ahora no es hora de descanso, ahora me toca a mi…
Juan en el suelo jadea agotado pero ambos se miran con cara de pervertidos. Juan se levanta mientras se va bajando los jeans y los calzoncillos (sólo se había sacado la verga) entonces es Juan quien queda contra la taza del wáter. Adri se arrodilla frente a su trasero. Lo hace gozar con su lengua, sus dedos y su verga hasta que él también se viene. Los dos se miran cansados, felices. Se besan agradeciéndose el placer que ambos han recibido. El amor y el deseo se refleja en sus ojos.



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