jueves, 24 de marzo de 2011

capitulo 39


Juan está muy molesto con Adri. Los dos van discutiendo mientras llegan a la vieja casa en la que comenzaron.
--tampoco es para tanto.
--¡por joder con un tío has estropeado nuestra gran noche¡ --Juan.
--Eso no es cierto, eres tú el que te has querido ir, la fiesta continua.
--No me refiero a eso.
--A Luis le ha encantado la canción de Samuel.
--sí por eso a nosotros casi no nos ha hecho caso y se ha ido con él. Creí que lo que querías es pasar esta noche con Samuel y en cambio él está con Luís.
--bueno, ya me buscará.
Adri está muy orgulloso de lo que ha hecho y está seguro que esa noche se acostará con Samuel.
--¡eso espero porque a mi me parece que te ha tomado el pelo que cuando haya firmado su contrato este no te vuelve a mirar la cara¡
Adri se ofende.
--¡a Samuel le gusto¡
--¡espero que el polvo te merezca la pena¡
Juan sube las escaleras molesto. Adri va tras él.
--¡no te pongas así¡ ¡¡no es para tanto¡
Juan se para en la puerta de su habitación. Se lleva las manos a la cabeza.
--¿¡no te parece para tanto?
Adri hace que no con la cabeza.
--tu tío ya nos ha lanzado, no se dedica sólo a nosotros. Es normal que tenga otras estrellas.
--Mi tío tal vez, pero está mal lo que has hecho y lo peor es que no lo has hecho porque creas en él sino porque te lo quieres tirar. ¿eso te parece normal?
--¡No se me da contigo, tampoco con Rubén¡ ¡¡pues almenos deja que lo disfrute a él¡
Juan está enfadado, le habla como si le hablara a su hermano pequeño.
--Yo espero que Samuel deje que le rompas el culo –Adri sonríe con cara de depravado—pero quiero que te des cuenta que no puedes hacer lo que se te pegue la gana, que no puedes poner en peligro la banda justo ahora que nos iba bien.
--pero ¿porqué estás así? Vale no he hecho bien pero todo ha sido un éxito ¡porque te parece mal?
--porque has dividido a los fans.
--hay fans para todos.
--No, no están los tiempos para que puedan comprar todos los discos que salen.
--pero el nuestro ya está a la venta y Samuel está empezando. Le llevamos ventaja.
--No es eso. Las fans se tenían que quedar con nosotros, que lo último que recordaran fuera nuestro tema y todas mañana mismo se lo fueran a comprar nuestro cd. Ahora sólo se acuerdan de tu amigo que ha compuesto un tema solidario.
Juan habla entrando en la habitación. Adri logra verlo desnudo y metiéndose en el baño. Juan es guapísimo y le encanta verlo desnudo. Por unos segundos se le olvida Samuel. Se queda mirando a Juan babeando. Normalmente a Juan no le molesta que Adri le mire, que se ponga cachondo mirándole las bolas pero en ese momento está muy enfadado y no quiere verlo. Lo mira justo antes de entrar en el baño. Lo deja verlo totalmente desnudo unos segundos más mientras le dice:
--¿¡me dejas ducharme tranquilo?¡
A Adri le sorprende el tono de su amigo.
--vale, vale… ¡que amargado estás¡ ¡necesitas un polvo… necesitas un buen polvo¡
Adri deja solo a Juan. En la ducha se relaja. Está enfadado porque quería celebrar con Isma pero por lo que ha pasado no ha tenido ganas y ha preferido irse con Adri. Igual Adri tiene razón. Necesita un revolcón. Sonríe pícaro. Sale totalmente desnudo y mojado. Agarra su celular y marca a Isma.
--El otro Juan te está esperando… anota la dirección.

Por otro lado, Rubén está con Ana. La ha llevado a cenar a un restaurante de lujo. La acaricia de la mano.
--¿te ha gustado?
--¿el lugar? Si es precioso.
Él le besa la mano.
--me refiero a nuestro concierto.
--sí, sabes que sí.
Ve a un señor vendiendo rosas.
--oiga, espere.
El guapísimo cantante se levanta. Le compra tres. Ana en ese momento está mirando un mensaje de su celular. Es de Samuel: ¡ya he firmado, voy a lanzar mi disco, quiero celebrarlo¡
Rubén vuelve a la mesa con sus tres rosas. Ana está ya levantada.
--¡me tengo que ir¡
Rubén se queda muy sorprendido.
--¡¡es que me han llamado de mi casa¡ --Ana.
--No he oído tu celular.
--¡porqué estabas muy concentrado en tus cosas¡ ¡¡mi yaya se muere, tengo que ir ya¡
--si claro. Yo te acompaño.
--No, es algo muy privado.
Rubén está sacando ya su tarjeta para pagar.
--¡págame un taxi¡ --dice ella.
--yo te acompaño. Mañana me voy a Rusia, tardaremos en vernos.
--¡no, no te quiero amargar la fiesta¡
Ella, como tiene la billetera en la mano, le saca todo el dinero que lleva. Le da un rápido beso.
--¿Cuándo nos vemos? –dice él.
--¡nos llamamos¡
Ella se va corriendo y él se queda triste con sus tres rosas. Hay una mesa de chicas que lo desnudan con la mirada, estarían como locas de acostarse con él. Rubén les da las rosas a ellas y se va. No le interesa otra mujer.

En ese mismo instante, Silvana ha estado persiguiendo a Omar. Juan la ha dejado sola y el que en realidad le gusta es Omar. Se molesta al verlo con otra chica con la que tiene intención de acostarse.
--¡¿¿Dónde vas? –dice ella.
Omar se le ríe.
--¡y a ti que te importa¡
--¡no me puedes hacer esto¡ ¡¡tú a mi me gustas mucho¡
Omar mira a las dos chicas con cara de pervertido.
--Me encantaría hacerlo con dos.
Silvana grita y la otra le calla la boca con un beso que pone a cien a Omar. Silvana se deja arrastrar porque le gusta mucho Omar.

Mientras, Félix y Marianela están en un hotel. Están desnudos. Félix se va a levantar de la cama pero ella se tapa los ojos. Grita.
--¡tápate¡
Él se queda en la cama. Sonríe.
--pero si ya me la has sentido, has sido mía.
--¡pero no te he visto desnudo¡
--bueno, eso tiene solución… --dice él pícaro.
Ella está sofocada. Él quiere salir de la cama pero ella no quiere.
--¡no, así no¡.
-Yo sí me he fijado en tu cuerpo, me gusta verte desnuda y quiero que tú me mires, quiero saber que te gusto.
A Marianela no le gusta hablar de estas cosas.
--soy tu novio –dice él dulcemente.
Marianela no se atreve a mirarlo.
--No tienes que sentir vergüenza de verme desnudo.
--pero no está bien. No es decente –dice ella apenada.
Él es muy dulce con ella. Están los dos cubiertos con la sábana.
--No te gusta hacer el amor conmigo?
Ella agacha la cabeza enrojecida. Le gusta y mucho pero siente que es algo feo, que es de mala mujer que le guste. Él le acaricia la barbilla, le levanta la mirada.
--¿te arrepientes?
Mirándolo fijamente ella dice:
--No.
Él sonríe con orgullo. La besa y ella responde.
--tengo miedo.
--Yo también.
Ella tiene miedo que él la deje por otra, él mismo se ve demasiado tímido y teme que ella se canse de él.
--Te amo –él.
--te amo.
Sus pieles, sus labios dicen lo que no expresan con palabras, hablan de todo el amor que sienten el uno por el otro.




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