martes, 22 de marzo de 2011

Capitulo 10






Es bien temprano. Rubén aún duerme. Lo despierta el timbre de la puerta. Suena insistente.
--¿¡quien toca a estas horas?
Se levanta muy atractivo en boxers, aunque de los más grandotes. Medio dormido va a abrir la puerta. Se sorprende al ver a Ana.
--¿tú?
No esperaba verla. Siempre es él quien va a buscarla y como ayer se enfadaron no esperaba verla. Ella se invita a pasar.
--¿qué pasa? Soy tu novia, ¿es que no puedo venir siempre que quiera?
Él cierra la puerta. Sonríe.
--claro, pero es que aún estoy medio dormido.
Ella lo abraza apasionada.
--tranquilo, yo te despertaré.
Y le da un ardiente beso que le come toda la boca.
--¿mejor? –dice coqueta.
--Mejor.
Ana ve las rosas en un vaso y va hacia ellas. Rubén sonríe contento. Está feliz de tener a Ana con él, de ver que todo está bien. Ana huele las rosas.
--¿Son para mi?
--si claro. Ayer te las olvidaste.
--son hermosas.
A Rubén le sorprende el cambio pero ese le hace darse cuenta o almenos eso cree que Ana lo ama, que el problema lo tiene él.
--te juro que ahora seré más comprensivo, seré digno de ti –dice muy dulce.
--No lo dudo. Perdóname, ayer estaba mal por lo de mi mamá.
--sí, entiendo. Debí preguntarte antes de organizar nada. Otro día pensaré en ti y no sólo en mi –dice él sumiso.
Ana le gusta tener a Rubén a sus pies pero sabe que para eso a veces debe darle lo que quiere. Se le tira encima, lo besa ardientemente mientras le va bajando el boxers.
--¿cómo está tu mamá? –jadea él.
Pero ella ya no contesta, se ha arrodillado y se ha llenado la boca de la verga de él. Rubén jadea encantado.

Juan sale de su casa. Se ve apurado. Su padre lo llama, quiere hablarle de Yolanda. Nunca se ha metido en esas cosas pero no le gusta que su hijo haya echado de su vida a la adolescente después de desvirgarla.
--¡tengo prisa, papá¡
Juan se sube en su moto. Se va a toda velocidad. Una moto arranca tras él. Es Adri que lo sigue a una distancia prudencial.
--A ver que secretos tiene.
Juan se mete en un túnel. Cuando sale no lo hace solo. En la moto está su amigo muy abrazado a él. Adri se muere de los celos.
--¿¿qué tiene con ese negro?
Los acaba perdiendo de vista. Aunque sabe que Juan es gay nunca ha sabido con quien se acuesta. Le dan muchos celos verlo con un chico. Se los imagina a los dos desnudos gozando el uno del cuerpo del otro y eso lo enferma. Le pone cachondo y a la vez lo llena de celos.

Rubén explota. Se retuerce de placer al lado de Ana. Le sorprende ver que Ana se levanta. Se empieza a vestir. Él aún no se ha recuperado. Lo que menos quiere es moverse de la cama.
--¿ya te tienes que ir? –jadea.
--sí, es que tengo que volver temprano a casa…
--pero es que yo ahora… tener que acompañarte…
Rubén lo que necesita es descansar. Va a hacer el esfuerzo para levantarse.
--No, yo vine sola. Me voy sola.
--¿seguro?
A él le sabe bien pero está demasiado a gusto como para llevarle la contraria a su novia que no tiene ningún interés en que él vaya con ella.
--sí, seguro.
Ana se va rápido y con un cigarro en la mano. Va a una parada de taxi. Agarra su celular.
--a ver quien me lo pagará.
Tiene todos los números de Rubén en su teléfono. Llama a Juan. El chico es guapisimo, le excita la idea de acostarse también con él. Además si estos chicos triunfan con cuántos más sea amiga mejor. Omar no es el prototipo de novio pero si Juan.
--él sería un buen sustituto de Rubén sí se le ocurre dejarme.
Juan no le toma la llama. Le pone un sms: me urge verte.

Juan está en otro mundo. Él y su amigo negro gozando el uno en brazos del otro. Primero el uno llena su boca con la verga el otro y luego primero uno y luego otro dispara su arma en el cuerpo del otro.
--¡¡más fuerte, Bruno¡ ¡más fuerte¡ ¡¡métemela toda¡ --jadea Juan que está a cuatro gatas.
Bruno procura ser delicado.
--¿seguro? ¿no prefieres que te mete sola la punta? Siempre se me han quejado que es muy grande.
--¡toda la quiero toda¡ --jadea.
Juan está loco de placer. Se retuerce de gusto, de dolor. Muerde la almohada. Da golpes al colchón. Bruno está disfrutando mucho pero tiene miedo de lastimar a Juan.
--¿paro? –jadea.
--¡no sigue, sigue¡ --gime Juan.

Juan y Bruno están reventados de tanto placer. Se quedan un rato los dos dormidos el uno en brazos del otro. Cuando Bruno despierta se da cuenta que Juan está levantado. Desnudo mira hacia la ventana. Bruno se levanta y lo abraza por la espalda. Lo besa por el cuello. Es muy cariñoso. Juan estaba serio pero sonríe, le agradece el afecto a su amigo.
--¿porqué tan triste?
Juan empieza a vestirse. Se pone el boxers. Bruno se queda a su lado desnudo. No tiene prisa. Juan tiene que ensayar pero Bruno se quedaría todo el día con él.
--¿no te gusta estar conmigo? –Bruno.
Juan, que había agarrado los pantalones, los sueltas. Le pone las manos en las mejillas a Bruno. Lo besa.
--Eres muy especial para mí y ese es el problema, no me gusta verme a escondidas.
Bruno siente una fuerte atracción hacia Juan, es él quien está en la sombra pero lo acepta porque le gusta mucho Juan. Lo acaricia muy amoroso.
--No te calientes las cabezas, somos amigos. Yo nunca te pediría nada que no me pudieras dar. Yo estoy contento contigo y lo que tú me quieras o puedas dar está bien.
Juan le sonríe. Lo besa.
--Lo sé pero es que les estoy mintiendo a todos. A mis amigos, a mi padre. A todo el mundo.
--bueno, yo tampoco salgo a la calle con un letrero.
--Me siento un mentiroso.
--Tienes una voz muy bonita pero las niñas que compren tus discos no te miraran igual si saben que eres gay.
--Lo sé pero es una mierda tener que vivir una mentira para poder ser lo que quiero.
--Serás cantante y podrás amar a quien quieras. No tienes porque casarte, llevar una doble vida. ¿qué más da que que nadie sepa que nos acostamos? Tampoco creo que tengamos que dar explicaciones.
--sí así es más romántico ¿no?
Los dos se sonríen y se besan.

Juan llega a la casa en la que ensayan. Al bajarse de su moto ve que se le acerca Ana.
--¿no has visto mis mensajes?
--No, qué quieres?
A Ana le gusta mucho Juan. Está ardiendo por tenerlo tan cerca. Lo coquetea y a él eso le molesta.
--es importante, tengo que hablar contigo.
--si claro, ¿qué quieres?
Ana lo besa pero él se aparta de ella. Mira por si alguien los ha visto.
--¿¿qué haces? ¡¡estás loca¡¡
--Loca pero por ti.
Ella se muestra seductora pero él le para los pies.
--¿cómo Omar? Sé que te lo hiciste con él, No se vale que hagas con eso a Ruben.
--es que estáis muy guapo.
--No me gustan las mujeres que se me regalan –le reprocha.
Ana lo bofetea.
--¿no serás maricón? –furiosa.
Juan no soporta la idea que su condición sexual salga a la luz. La besa ardientemente. Ana se funde en sus brazos. Le encanta Juan. Además aprovecha para magrearlo bien, le agarra bien el trasero. Ana quisiera que ese beso no acabara nunca pero está convencida que Juan la va a meter en la cama y que le va a hacer el amor y está encantada. Si ya vibra con ese beso no quiere ni imaginar como será un encuentro total con él. Y cuando ella está más derretida, él se la aparta de encima.
--¡soy hombre como el que más, ahora largo¡ ¡No me gustan las regaladas como tú¡ --dice él con desprecio.
Él entra en la casa. Ana se queda en shock. El chico le gusta pero después del beso le gusta mucho más. No va a parar hasta acostarse con él. Juan sonríe con una mirada pícara. Ha sentido el deseo de Ana y eso le gusta mucho.


No hay comentarios:

Publicar un comentario